El alumno reta al maestro

Nagelsmann desvela las claves del éxito del Leipzig

Nagelsmann desvela las claves del éxito del Leipzig / Perform

Albert Gracia

Le hubiera gustado a Nagelsmann poder enfrentarse a su maestro como ha hecho Lampard contra Mourinho o Zidane contra Ancelotti. Al final, el técnico alemán no tuvo la misma suerte. Como jugador, claro. Se enfrentará en las semifinales de la Champions a Tuchel, el que fuera su técnico en el filial del Augsburgo. Pero poco duró aquella relación. A los 20 años, Nagelsmann tuvo que poner punto y aparte a esto que llamamos fútbol por problemas en la rodilla. 

Aparcó las botas, se acicaló y empezó en esto de ver el fútbol detrás de la valla. No podía jugar por lesión así que Tuchel le encomendó una tarea: analizar rivales. Y Nagelsmann cumplió con creces. Tanto que se decidió por los banquillos. Pasó por el Múnich 1980 antes de ir a las categorías inferiores del Hoffenheim, donde su buen hacer le permitirían llegar a entrenar al primer equipo con tan solo 28 años. El técnico más joven en la historia de la Bundesliga. 

Ahí creció, metió a su equipo en Champions y demostró tener una pizarra que ahora, a sus 33 años, le permiten ser uno de los técnicos de moda del fútbol europeo. Había hablado con Real Madrid, Bayern Múnich y otros grandes clubes del panorama mundial, pero se decidió por el Leipzig para seguir creciendo. Lo ha hecho y de qué manera.

El club de la Red Bull le ofreció un señor proyecto, con jugadores jóvenes a los que había que pulir, sin prisas... Y a las primeras de cambio lo ha metido en unas semifinales de Champions. El Leipzig es un equipo camaleónico que se nutre de la “exigencia desmedida” de Nagelsmann, tal y como llegó a afirmar el director deportivo del Hoffenheim. De la exigencia y de un sistema que no entiende de números sino de ideas, de lo que hay que hacer en cada momento.

Un equipo más que dinámico

El técnico ha sabido formar un equipo asentado en la solidez de Upamecano, el dinamismo de Laimer, Sabitzer y Kampl, la profundidad de Angeliño y Mukiele en los carriles, la delicadeza de Dani Olmo y Nkunku y el gol de Werner. Saben a qué juegan, le imprimen un ritmo rápido al esférico y van como lobos a la presión. La hoja de ruta de Nagelsmann está tan marcada que ya muchos aseguran haber superado a su maestro. 

Un Thomas Tuchel que, en su día, también era un improvisador nato, capaz de cambiar y cambiar el esquema y de experimentar según el rival. Ahora, en un PSG con la influencia tan tremenda de Neymar y Mbappé, la cabeza de Tuchel anda algo más encorsetada. El martes el maestro tiene más números de vencer al alumno, pero ya sabemos que en esta Champions...