Iago Aspas no tiene precio

Aspas guía al Celta hacia la permanencia

 El regreso del gallego hace una semana ha sido la mejor noticia para el cuadro de Vigo. En una semana con números fantásticos, está liderando a su equipo para que se quede en Primera / LALIGA

Alba López

Tienen en Vigo a su Messi particular. Si Iago Aspas no existiera habría que inventarlo. Hoy ante la Real Sociedad volvió a resultar decisivo, añadiendo dos goles más a su cuenta particular que sirven al Celta para salir de los puestos de descenso. La prueba de la importancia del de Moaña para los celeste es que ha participado en siete de los últimos ocho goles de su equipo (cinco tantos y dos asistencias). Tras anotar su segundo tanto, además, el delantero forzó la tarjeta para perderse el próximo partido ante el Atlético de Madrid y llegar limpio a las últimas seis jornadas, donde se le presume un papel capital para las aspiraciones gallegas. La realidad es que sin Aspas no hay Celta de Vigo.

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LaLiga

3
1
Alineaciones
Celta
Rubén; Mallo, Cabral, Araujo, Olaza; Jozabed (Boudebouz, 64'), Yokuslu, Lobotka, Boufal (Hjulsager, 80'); Aspas (Beltrán, 93'), Maxi Gómez.
Real Sociedad
Rulli; Zaldua, Aritz, Navas, Theo; Zubeldia, Merino (Bautista, 81'), Pardo (Sangalli, 55'); Sandro (Juanmi, 60'), Oyarzabal; Willian José.

La puesta en escena 'txuri-urdin' fue arrolladora. Jarreaba en Balaídos pero eso no impidió al equipo de Imanol Alguacil mover el balón con facilidad y poner en jaque a la defensa del Celta de Vigo. Lo intentaron Theo, por partida doble, y Zubeldia con disparos desde fuera del área. Con el campo empapado como estaba no era mala idea, pero no funcionó.

Sin Brais Méndez, baja por lesión, al Celta le costó meterse en el partido. Los celestes buscaron a Iago Aspas desesperadamente, pero esta vez no lo encontraron como sucedió en Huesca, donde el Príncipe de las Bateas ofreció un auténtico recital repartiendo dos asistencias de gol y anotando otro.

En una acción aislada desniveló la balanza a su favor la Real. Olaza levantó el pie demasiado dentro del área y Melero López indicó penalti sobre Oyarzabal. Una decisión discutible, pero no reprochable. Willian José, desde los once metros, se encargó del resto para adelantar a su equipo en el marcador.

Hasta el filo del descanso no consiguió poner cerco el Celta a la portería de Rulli, pero tuvo Aspas el empate en un mano a mano con el meta que desperdició picando mal el balón. No hay nadie infalible.

Se resarciría de su error el de Moaña tras el paso por vestuarios, cuando un minuto después de la reanudación Rulli lo arrolló dentro del área y el colegiado señaló el punto de penalti, desde donde el propio Aspas se encargó de establecer la igualada. 

Fue la antesala de la acción que cambió la decoración del duelo por completo. Willian José se revolvió ante Yokuslu y el colegiado entendió que agredió al centrocampista turco con un codazo, por lo que le mostró la cartulina roja.

Con un hombre más sobre el campo el Celta fue ya muy superior. Fran Escribá movió ficha e introdujo a Boudebouz por Jozabed en busca de algo más de claridad a partir de tres cuartos de campo. La jugada le salió redonda al técnico, ya que de las botas del galo nació el segundo tanto celeste, obra, como no podía ser de otra manera, de Aspas con un cabezazo en el segundo palo tras una incursión de Hugo Malla por su carril.

Maxi Gómez, ya en el tiempo de descuento, ponía la puntilla a la Real embocando a bocajarro un pase de la muerte de Boudebouz, cuya entrada al campo se notó, y de qué manera.