El Chimy silencia un helado Balaídos

Celta y Osasuna se reparten los puntos para cerrar la primera vuelta

Albert Gracia

En un duelo sin sal ni pimienta, Santi Mina abrió la lata y pareció asegurar una victoria importantísima para el Celta. Pero ni así. El Chimy apareció solo en el área pequeña para cabecear a la red y acabar con la ilusión 'celtiña'. El duelo fue un partido de guerrillas, feo y que tan solo se embelleció en la segunda mitad, cuando se rompió algo más. Un empate que permite al Celta salir del descenso. No sabe tan mal. 

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Liga Santander

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Alineaciones
Celta de Vigo
Rubén Blanco; Kevin, Aidoo, Costas, Olaza; Yokuslu, Beltrán, Rafinha (Rafinha, 88'); Aspas, Santi Mina (G. Fernández, 88') y Sisto (J. Hernández, 70').
Osasuna
Herrera; Moncayola, Aridane, García, Estupiñán; Oier (I. Pérez, 81'), Brasanac, Torres (Villar, 81'), Rubén García; Adrián (R. Ibáñez, 73'), Chimy Ávila.

Uno si se pone a ver estadísticas y remates a la madera puede pensar que se trató de una primera parte movidita, con ritmo y ocasiones claras. Pues bien, dejen los números a un lado. El fútbol es lo que pasa entre portería y portería y ahí no pasó absolutamente nada. Un cabezazo de Aidoo al larguero y un remate al palo de Rubén García en la última jugada del primer tiempo fue todo el bagaje ofensivo en unos minutos más hechos para la hora de la siesta que para sentarse a cenar.

A alguno le podría haber sentado mal la comida. Supongo que será por lo que se jugaban uno y otro. No está el horno para bollos y prefirieron guardarse del frío en su área que salir a la intemperie a buscar el botín. Así, difícil que los Aspas, Rafinha, Roberto Torres y compañía puedan lucirse. 

El ‘10’ celtiña, que tuvo media, se desesperaba. Normal. Su equipo, más acostumbrado a ser protagonista que vivir en el barro, se 'afeó' y buscó ganar con lo mínimo. Faltas, faltas y más faltas convirtieron el duelo en una guerra de guerrillas que solo se limpió en la segunda parte cuando los jugones celtiñas aparecieron. 

En la reanudación, Aspas salió bandera en mano y se hizo con el equipo a las espaldas. Escudado por Rafinha, el capitán fue el primero en intentarlo con un libre directo. No atinó pero espoleó a los suyos a subir líneas e ir a por el triunfo. El duelo se partió algo más y ahí tanto Celta como Osasuna tuvieron espacios para intentar hacer daño.

El primero que lo hizo fue el cuadro de Òscar García, que aprovechó una genial asistencia de Aidoo para que Santi Mina abriera la lata. Euforia celeste. Aun así, no le duraría mucho la alegría. Y es que el Chimy Ávila volvió a aparecer para helarlo todo. Un punto que sabe a poco del Celta pero que le permite seguir soñando con la salvación.