Álvaro Martín, el duro camino hacia la madurez

Con 28 años recién cumplidos, el marchador extremeño Álvaro Martín escribió el sábado otra página de oro en los Europeos de Atletismo al aire libre que concluyen este domingo y ya piensa en los Mundiales de 2023 y... en los Juegos de París 2024 como objetivos pendientes.

Aunque ya había sido noveno en los Juegos de la Juventud en 2010 y octavo en el Mundial Juvenil de 2011, el de Llerena vivió su primera gran prueba de fuego el 13 de julio de 2012 en los 10.000 metros marcha de un Mundial Junior de Barcelona que encumbró a la gallega Ana Peleteiro con su inesperado oro en triple salto.

Con su familia acompañándolo en la Ciudad Condal y con serias opciones de finalista e incluso de medalla, el bicampeón continental absoluto vivió un calvario los días previos e incluso en la víspera. Por primera vez, le podían los nervios, la responsabilidad y la presión un mes después de cumplir 18 años. Se veía fuerte, pero no quería fallar y esas dudas le hicieron vivir unos días complicados.

Sin embargo, no se conformó y pidió ayuda a cuantos pudo incluyendo a un emblema de la marcha como el madrileño Jesús Ángel García Bragado, con quien mantiene una excelente relación. Al final terminó quinto del mundo con marca personal (40:35.52). 

Primero a las órdenes de José Antonio Quintana y ahora con José Antonio Carrillo, el extremeño ha ido desarrollando un gran espíritu crítico que le ha hecho madurar como atleta y a nivel personal para convertirse en un ejemplo.

Con esta manera de encarar las dificultades ha conseguido levantarse después de los malos resultados y resurgir a modo de Ave Fénix. Tras su oro en 20 km en Berlín’08, al año siguiente el extremeño solo pudo ser 22º en los Mundiales de Doha.

Su reacción demuestra esa madurez absoluta que ha logrado adquirir. En primer lugar se mostró muy crítico con su actuación, acto seguido concentró todos sus esfuerzos en corregir errores y rozó el podio con una gran actuación en los Juegos de Tokio al ser cuarto con 1h:21.46, a tan solo 18 segundos del japonés Yamanishi.

Martín optaba a las medallas en los Mundiales de Eugene, pero solo pudo ser séptimo y ha vuelto a levantarse para reinar en Múnich. Ahora su gran reto es un podio a nivel universal y tendrá dos oportunidades más en breve: el Mundial de Budapest’23 y los Juegos de París’24.