Terremoto en la Sampdoria

Walter Zenga acudió con sus jugadores a la zona de los ultras y, al frente de todos, soportó estoicamente las protestas e insultos de la hinchada. "Es culpa mía" repitió el entrenador de la Sampdoria, aún en estado de shock tras el 0-4 con que le aplastó la Vojvodina en la ida de la previa de Liga Europa. Pero el perdón suplicado por Zenga puede no servirle.

Massimo Ferrero, el histriónico presidente del club, se cruzó con el entrenador en el mismo césped sin apenas un gesto entre ambos. Acudió a la zona de los hinchas cuando se retiraban el técnico y sus jugadores y, como Zenga, se disculpó ante ellos. Y tras prometerles que tomaría decisiones se reunió con sus colaboradores más directos.

Los colaboradores más directos del afamado productor apenas tienen voz, que no voto, en las decisiones del club y Carlo Osti, Director Deportivo de la Samp y que vio en su momento como <strong>Ferrero fichaba a Eto'o</strong> o sustituía a Mihajlovic por Zenga cuando el serbio se marchó al Milan y él tenía otras opciones para el banquillo, ya ha comenzado a trabajar en una lista de sustitutos para el entrenador.

Considerando una utopía que la Sampdoria pueda voltear la eliminatoria la próxima semana en Serbia, la imagen del equipo será poco menos que definitiva en la suerte del entrenador, que después de seis años en el Próximo Oriente regresó a Italia, donde dirigió entre abril de 2008 y junio de 2009 al Catania con excelentes resultados y entre agosto y noviembre del mismo 2009 al Palermo, donde fue destituido.

Su futuro, ahora, pende de un hilo en Génova y, viendo la reacción de la hinchada, no sería extraño que Massimo Ferrero decidiera despedirle antes de comenzar la Serie A.