‘Super Mario’ está de vuelta

Mario Balotelli fue determinante en la victoria de su equipo con una gol, junto a Kevin-Prince Boateng en la delantera y la dupla Galliani-Berlusconi dirigiendo los hilos desde los despachos. No, ni el escenario es San Siro ni viajamos atrás en el tiempo. Es la nueva realidad del ambicioso Monza, firme aspirante a ascender a la Serie A.

Este miércoles ante la Salernitana, líder de la Serie B, el equipo que preside Paolo Berlusconi, hermano menor de Silvio, tenía un as en la manga: el estreno de Mario Balotelli. En su primer partido oficial en el estadio Brianteo de Monza el ariete tardó cuatro minutos en estrenar el marcador. 180 segundos después se encaró con el arquero rival al tratar de regatearlo en una acción invalidada. Y en el 20’ pudo caer el doblete, pero el colegiado se lo anuló. En definitiva, Balotelli allanó el camino hacia el 3-0 final.

No es poco, teniendo en cuenta que el delantero llevaba diez meses sin marcar y no jugaba desde el 9 de marzo. Su última experiencia, en el Brescia, acabó con él apartado del grupo por indisciplina. Episodios que iban desde llegar tarde a los entrenos hasta estrellar el coche en el parking del vecino el pasado fin de año. En junio Balotelli fue despedido y, desterrado de la élite, pasó entrenarse con el Franciacorta de la cuarta división italiana. Hasta que llegó la llamada de Galliani.

El directivo, que le conoce bien de sus años en el Milan, lo rescató del paro. A cambio, le pidió esfuerzo. El club, que le obliga a vivir no más lejos de 30 kilómetros del centro de entrenamiento, le impuso una dieta con la que ha perdido cinco kilos en 20 días. Jornada tras jornada, el ariete rendía cuentas a Galliani con una foto de la báscula. Un nuevo comienzo, como prueba también su salario. Balotelli cobra anualmente en el Monza lo mismo que en el Liverpool cada dos semanas.