Salvini, sobre Balotelli: "Un trabajador de Ilva vale 10 veces más que él"

El racismo sigue enquistado en el fútbol, y los cánticos e insultos racistas que recibió Mario Balotelli durante el encuentro que disputaron el Hellas Verona y el Brescia así lo demuestran. Una situación intolerable que en Italia rápidamente muchos políticos, como es normal, condenaron con contundencia. Sin embargo, y no es sorpresa para nadie, hubo un grupo de dirigentes que se desmarcaron de toda razón y humanidad, y aprovecharon el incidente para proclamar a los cuatro vientos sus tóxicos discursos. Entre ellos, como no, se encuentra Matteo Salvini. 

El ultraderechista se tomó su tiempo para opinar sobre el asunto, cociendo a fuego lento la que seria su respuesta. Y no ha buscado la concordia. El líder del partido 'Liga' cree que "con 20 mil empleos en riesgo, Balotelli es mi última preocupación, pero solo la última. Vale más un trabajador de Ilva que 10 Balotelli. El racismo debe ser condenado, pero no necesitamos fenómenos". En su línea, intolerable. 

La no condena de Salvini fue seguida por otros políticos y personalidades del país. Entre ellas destacan las declaraciones del jefe del 'Verona Ultràs', Luca Castellini, militante del partido ultraderechista "Forza Nova", quién ha declarado que Balotelli "nunca será completamente italiano". En la misma línea de negación se ha mantenido también el político de la 'Liga Norte', Lorenzo Fontana, nacido en Verona, quien en su perfil de Twitter puso que toda esta situación se trata de "una campaña de los medios contra Verona y sus fanáticos". 

Se han dado más casos así de personas que no estaban en el estadio pero han oído que no había los coros que se mencionan. Pero el racismo, afirman, "hay que condenarlo". ¿Escondiéndolo debajo de la alfombra? Por supuesto, ha habido infinidad de mensajes de ánimo hacia Balotelli y condena a todo lo sucedido durante el encuentro, pero que personalidades con la influencia, extrema, de Salvini en el país transalpino realicen estas declaraciones solo hará que distanciar a la sociedad, y en consecuencia al fútbol, de la lacra que representa el racismo. 

La explicación que resume este último punto la ha dado la vicepresidenta de la UEFA, Michele Uva, quién ha reflexionado que "los episodios se derivan no solo de la cultura dentro de los estadios, desafortunadamente es una cultura que se materializa en las calles y la gran responsabilidad también está dada por nuestros políticos". Italia se avergüenza de unos pocos que llevan demasiado tiempo campando a sus anchas con una actitud supremacista indigna. Salvémonos de Salvini, no olvidemos nuestra humanidad.