Remontada exprés del Nápoles para quedarse a cuatro puntos de la Juve

Insigne lideró a un Nápoles que recobra todas las opciones de ser campeón

Insigne lideró a un Nápoles que recobra todas las opciones de ser campeón / AFP

Sergi Montes

El Nápoles recobró su mejor versión de la temporada en el momento más indicado. Los partenopeos pasaron de la pena a la euforia en un duelo incontenible y ambicioso, con un ojo siempre pendiente de la Juventus, para golear al Udinese y retomar muchas de las opciones que había perdido de ser campeón.

Con el 4-2 y el empate de los juventinos en Crotone, los pupilos de Sarri se quedan a cuatro puntos de la primera plaza y con un espectacular Juventus-Nápoles a disputar en la próxima jornada.

Los 'azzurri' no estaban viviendo ni mucho menos un gran momento de forma, y venían de perder seis puntos en los últimos cinco partidos. Querían mantener vivo su sueño de pelear hasta el final por el título, pero ya con el gol de la Juventus en el primer tiempo y el 0-1 en San Paolo, obra de Jankto, la cosa se puso francamente difícil.

Después de 40 minutos abiertos y con un buen puñado de llegadas napolitanas con peligro, el checo cazó un balón que se paseó hasta el segundo palo, donde no acertó ni portero ni defensa a sacar la pelota y el centrocampista tenía la caña a punto para marcar su cuarto gol de la temporada.

Sin embargo, los partenopeos no se iban a rendir tan fácilmente. Insigne cogió las riendas de su equipo y se inventó un golazo de bandera. Regate con el control y autopase, cabeza arriba y definición de clase para igualar justo al filo del asueto. El descuento de cuatro minutos del primer acto dio para más y Pezella a punto estuvo de convertir el 1-2 al peinar un buen balón desde la derecha, obligando a Reina a sacar la manopla in extremis.

Con todo, la Serie A al descanso estaba prácticamente decidida. Los de Sarri eran conscientes de que solo la victoria les daba una cierta esperanza para afrontar con garantías la 'final' de la próxima jornada ante la Juventus.

El arranque de segunda mitad fue eléctrico y asistió a un conato de asedio del ‘Nap’. Sin embargo, y de nuevo, acabó deparando un varapalo para los sureños. Zampano puso un centro al punto de penalti que Ingelsson, llegando en carrera, empaló al fondo de las mallas. La cosa, estaba claro, no iba a quedar así. Un córner muy alto lo cabeceó de maravilla Albiol y redimió a un Nápoles que recobró por segunda vez la esperanza, y de qué manera. Con el transistor en la mano, los fervorosos seguidores napolitanos escucharon el empate del Crotone ante la Vecchia Signora y asistieron al 3-2 de los  suyos, obra de Milik al cazar un rechace de Bizzarri a tiro de Callejón.

Los de Sarri no se iban a conformar con la remontada, querían mucho más. Entre otras cosas, no sufrir de ahí hasta el final y meter más presión a los turineses. Así, Tonelli envió un fuerte testarazo a la red y a 15 minutos del final el ‘Nap’ ya dominaba por 4-2. En el vodevil, el Udinese mejoró con los cambios y De Paul estrelló un balón meridiano en el larguero.