El plan del Milan para renacer

El Milan actual no es más que un triste reflejo de lo que un día fue. El 'rossonero' es un proyecto sin alma, sin pies y sin cabeza, que se va improvisando y estropeando a medida que desfilan entrenadores y jugadores que no llegan ni a la suela de los zapatos del rendimiento de antaño. Un bajón que se arrastra desde hace demasiados años y al que, de una vez por todas, quieren poner fin en San Siro. ¿Tiene solución el Milan? La teoría y la práctica no siempre coinciden, pero si las lecciones las imparte el profesor adecuado pues quizá haya alguna posibilidad.

RECUPERAR LA ALEGRÍA

La renovación pasa, según informa 'La Gazzetta dello Sport' por el retorno del último entrenador que logró tener un proyecto sensato en la entidad. Massimiliano Allegri, el gran técnico de la última década en Italia, es la pieza fundamental con la que se quiere contar. La última liga ganada por los lombardos lleva su firma, la de la 2010-2011, y no hay nadie mejor que él para devolver la ilusión a una grada acostumbrada durante los últimos años a una mediocridad insultante.

Salvo que haya una milagrosa recuperación, el Milan no disputará competición europea la próxima temporada. ¿Es posible pues que llegue Allegri? Depende de lo buena que sea la oferta. La cantidad de ceros tendrá mucho que ver, pero lo seguro es que, en cuanto a su papel, este será como el que tuvo en su día Sir Alex Ferguson en el Manchester United. Capacidad total de decisión en los fichajes y un contrato a largo plazo. La competencia por convencerle tras su año sabático será dura, pero la baza emocional y la importancia que se le dará juegan a favor de los transalpinos. 

CUALQUIER OFERTA ES BIENVENIDA

Toda reconstrucción necesita una fuerte inversión detrás, por lo que el Milan se sentará a negociar con cualquiera que esté dispuesto a pagar. Salvo Ibrahimovic, que acaba de llegar y es un ídolo, y pocos más, el resto son transferibles si la oferta es satisfactoria. El primero en salir puede ser Piatek, que cuenta con el interés del Tottenham.

La venta de jugadores de rendimiento pobre como Kessié o de buenos futbolistas como Romagnoli o Suso son la clave para construir el futuro. Ya no hay espacio para la mediocridad, y la temporada que viene será, si todo se cumple, muy diferente a la actual.