Osimhen prolonga a seis victorias el pleno del Nápoles

Ante un pobrísimo Cagliari, el nigeriano abrió la lata y forzó el penalti del 2-0 final

El cuadro partenopeo, invicto, gobierna la Serie A con dos puntos más que el Milan

Victor Osimhen salta la valla publicitaria para celebrar un gol con la afición del Nápoles

Victor Osimhen salta la valla publicitaria para celebrar un gol con la afición del Nápoles / EFE

X. Serrano

El Nápoles duerme por tercera jornada consecutiva en la cúspide de la Serie A tras derrotar en el Diego Armando Maradona al Cagliari, penúltimo clasificado y con el casillero de victorias aún por estrenar. Situación opuesta a la del conjunto partenopeo, que suma por triunfos sus seis partidos ligueros. En esta ocasión, de forma plácida y con papel destacado de Osimhen. El ariete abrió la lata y forzó el penalti que supuso el 2-0 final de Insigne.

Nápoles - Cagliari

Serie A

2
0
Alineaciones
Nápoles
Ospina; Di Lorenzo, Rrahmani, Koulibaly, Rui; Anguissa, Fabián Ruiz (Demme, 88'); Politano (Lozano, 69'), Zielinski (Elmas, 69'), Insigne (Ounas, 77'); Osimhen (Petagna, 77').
Cagliari
Cragno; Cáceres, Godín, Walukiewicz (Ceppitelli, 68'); Zappa, Nández, Strootman (Grassi, 85'), Deiola (Baldé, 68'), Lykogiannis (Pereiro, 85'); Marin; Joao Pedro.

Walter Mazzarri, exentrenador del Nápoles y fichado hace dos jornadas para reflotar al cuadro sardo, pronto comprobó como su plan de partido caía en saco roto. El Cagliari salió con tres centrales y un centro del campo superpoblado para obstruir el juego 'azzurro'. Arriba, Joao Pedro descolgado para cazar alguna contra. Aunque la primera premisa era no encajar goles. Algo que sucedió, precisamente, a las primeras de cambio.

El crono rebasaba los diez minutos cuando Zielinski recibió un pase en profundidad a la espalda del lateral derecho. El polaco apuró hasta línea de fondo y centró al primer poste, donde Osimhen irrumpió como una exhalación para cruzar el balón a la red. Van cuatro dianas en seis jornadas. Una proyección muy prometedora para el fichaje más caro de la historia del Nápoles tras un primer curso que acabó en accidentada decepción.

De ahí hasta el descanso, el Nápoles dominó el partido sin que Ospina se manchara los guantes. Tuvo fases de relativo acoso, con Insigne encarando por banda izquierda y Zielinski haciendo estragos entre líneas; y otras de mayor control, con Fabián al volante. En cualquier caso, tampoco gozó de grandes ocasiones para ampliar su ventaja.

El Nápoles regresó del intermedio con las energías renovadas. Cada vez que aceleraba, al Cagliari se le veían todas las costuras. Sobre todo cuando recibía Osimhen, imparable para los tres centrales sardos. Primero probó a Cragno tras una acción individual, mezcla de potencia y velocidad. Y acto seguido, desquició a Godín hasta sacarle un penalti. Aguantó de espaldas, tiró hacia línea de fondo y cuando recortó hacia dentro el charrúa lo atropelló.

Insigne transformó la pena máxima y de paso acabó con cualquier mínima opción de remontada. Aunque lo cierto es que el Cagliari pareció en todo momento un equipo derrotado. Renovada su ambición por los cambios de Spalletti, al Nápoles le faltó acierto en los metros finales para acabar goleando. Pero le bastó y sobró para mantener el pleno de victorias, y mantenerse líder de la Serie A con dos puntos más que el Milan.