Osimhen prolonga el arranque perfecto del Nápoles

El cuadro partenopeo venció por 1-0 al Torino merced a un espléndido cabezazo del nigeriano

El equipo de Spalletti ha ganado los ocho partidos disputados, con 19 goles a favor y tres en contra

Victor Osimhen, del Nápoles, es el delantero de moda en el inicio de la Serie A

Victor Osimhen, del Nápoles, es el delantero de moda en el inicio de la Serie A / AFP

X. Serrano

El Nápoles suma y sigue. Ocho partidos, ocho victorias. 19 goles a favor, tres en contra. El líder de la Serie A aguantó la presión del Milan y venció por la mínima al Torino en un partido que puso a prueba su fortaleza mental. Pese a dominar, todo le salía mal: un penalti fallado, un gol anulado, un tiro al palo... Pero en el último suspiro apareció Victor Osimhen para marcar el tanto del triunfo con un espléndido cabezazo. Quinta diana en siete partidos para el nigeriano, firme candidato al 'MVP' en lo que va de temporada en Italia.

Nápoles - Torino

Serie A

1
0
Alineaciones
Nápoles
Ospina; Di Lorenzo, Rrahmani, Koulibaly, Rui; Anguissa, Fabián Ruiz; Politano (Lozano, 59') (Juan Jesus, 90'), Zielinski (Mertens, 71'), Insigne (Elmas, 71'); Osimhen.
Torino
Milinkovic-Savic; Djidji, Bremer, Rodríguez (Buongiorno, 66'); Singo, Lukic, Mandragora (Koné, 8’) (Warming, 90'), Aina; Linetty (Pobega, 67'), Brekalo; Sanabria (Belotti, 67').

Ataviado con una equipación especial en motivo de Halloween, el equipo de Spalletti mandó en el primer tiempo y se acercó más al gol. Los ocasiones de mayor peligro llegaron en acciones individuales de Osimhen o a balón parado. El nigeriano volvió a demostrar que figura entre los delanteros más en forma de Europa. También en la lista de los más autosuficientes. Sobre el cuarto de hora recibió un pelotazo largo, emparejado con dos rivales y a 30 metros del área, se las apañó para soltar un zurriagazo que rozó el poste. Más tarde se le marchó alto un cabezazo.

Pero la oportunidad más clara llegó en una acción de estrategia. Insigne sorprendió al picar por bajo una falta lateral en dirección a Di Lorenzo, que fue derribado por la entrada torpe y precipitada de Koné. El capitán partenopeo asumió la responsabilidad, pero Milinkovic-Savic le aguantó hasta el final y adivinó la dirección del tímido disparo. El arquero serbio volvió a lucirse minutos después en un tiro a bocajarro de Koulibaly.

El Nápoles respondió a la oportunidad perdida con una determinación que, con el paso de los minutos, degeneró en ansiedad. Estado que contagió al Torino, que a los ocho minutos había perdido por lesión a su capitán Mandragora. El tramo final de la primera parte se jugó como si no existiera la segunda. El partido estaba roto, los errores se sucedían. Si el Nápoles atacaba con precipitación y descuidaba la retaguardia, el Toro desperdiciaba oportunidades clamorosas al contraataque.

El paso por vestuarios calmó los ánimos y devolvió el dominio 'azzurro'. Una superioridad que a punto estuvo de plasmar en el marcador Di Lorenzo. El lateral cabeceó a gol una falta lateral servida por Rui, pero el tanto fue anulado por fuera de juego tras una larga espera. A renglón seguido, la suerte volvió darle la espalda al Nápoles cuando, tras una maniobra excelente de Osimhen, el recién incorporado Lozano disparó al poste.

Revitalizado por los cambios, el Torino dio un paso al frente y pudo adelantarse en dos ocasiones claras de Brekalo. Primero salvó Ospina, después disparó alto. Los de Juric parecían salirse con la suya. El partido se jugaba lejos de las áreas, pero en un último arreón el Nápoles encontró el premio a su insistencia por mediación de Osimhen. Un espléndido cabezazo del nigeriano valió los tres puntos para el cuadro partenopeo, líder en solitario de la Serie A.