El Nápoles se deja medio 'scudetto' en el Giuseppe Meazza

El Nápoles dominó el cuero, pero la zaga 'nerazzurra' fue infranqueable

El Nápoles dominó el cuero, pero la zaga 'nerazzurra' fue infranqueable / EFE

X. Serrano

Retirada abrupta de la candidatura partenopea para ganar la Serie A. Segundo tropiezo consecutivo de un Nápoles, que deja a los de Mauricio Sarri a un punto de la Juventus (con un partido menos). La falta de pegada fue el principal escollo de los campanos contra un Inter que jugó a defenderse, pero gozó de la ocasión más clara del partido: un testarazo de Skriniar al poste. 

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Serie A

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Alineaciones
Inter de Milán
Handanovic; Cancelo, Skriniar, Miranda, .Ambrosio; Gagliardini, Brozovic; Candreva (Valero, 79'), Rafinha (Eder, 64'), Perisic (Karamoh, 87'); Icardi.
Nápoles
Reina; Hysaj, Koulibaly, Albiol, Rui; Allan (Rog, 89'), Jorginho, Hamsik (Zielinski, 70'); Callejón, Mertens (Milik, 87'), Insigne.

El primer tiempo fue una partida de ajedrez entre Spalletti Sarri, sin un vencedor claro y con el espectáculo como principal sacrificado. El Nápoles gozó de más posesión, disputada principalmente en campo contrario, pero no logró herir a un Inter que jugó a no dejar jugar. Los 'nerazzurri' sobrecargaron la zona de tres cuartos para evitar que Insigne Mertens se asociaran con comodidad y el plan funcionó. 

Los lombardos intentaban salir rápido al contraataque. Así fue como Candreva tuvo la ocasión más clara el primer acto, al culminar una contra con un derechazo demasiado cruzado. El paso por vestuarios pareció transformar al Inter. Los 'nerazzurri' salieron a buscar el gol y casi lo encuentran en el minuto 48, pero el testarazo de Skriniar a una falta botada desde el flanco izquierdo se topó con la madera. 

El avance del crono pintó el partido de 'azzurro'. El Nápoles planteó una presión asfixiante sobre la primera línea de creación interista y se hartó a recuperar balones. Con un fútbol muy vertical, los partenopeos llegaban cada vez con más facilidad al arco de Handanovic. Insigne puso estrenar el luminoso en el minuto 67, tras una buena combinación al primer toque con Mertens, pero su vaselina salió demasiado bombeada. 

El acoso y derribo se hacía cada vez más manifiesto, pero el electrónico se alteraba. El Nápoles llegaba por ambas bandas y hacía llover balones al área lombarda, pero entre la solidez de la zaga y la inusual falta de pegada de los delanteros 'azzurri' hicieron de Handanovic un espectador más.