El Milan sucumbe a la presión y se complica la Champions

El cuadro de Pioli perdió la ocasión de sellar el billete ante un Cagliari sin nada en juego

El 0-0 obliga a los 'rossoneri' a ganar a la 'Dea' en la última jornada para asegurar el pase

Rebic, durante una acción del partido

Rebic, durante una acción del partido / Twitter AC Milan

X. Serrano

Al Milan le pudo la presión. Los 'rossoneri' debían ganar al Cagliari, sin nada en juego, para asegurar su regreso a la Champions League pero no pasaron del empate 0-0. Un traspié que podría salirle muy caro. Pese a tener el 'goal average' ganado al Nápoles, empatado con los mismos puntos, y a la Juve, quinta con uno menos, los de Pioli visitan a la Atalanta en la última jornada. El rival 'a priori' más complicado, pues los 'partenopei' reciben al Verona y los 'bianconeri' viajan a Génova.

Milan - Cagliari

Serie A

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Alineaciones
Milan
Donnarumma; Calabria (Dalot, 63'), Kjaer, Tomori, Theo Hernández; Bennacer (Meïté, 63'), Kessie; Saelemaekers (Leao, 46'), Brahim Díaz (Castillejo, 57'), Çalhanoglu (Mandzukic, 89'); Rebic.
Cagliari
Cragno; Cappitelli (Klavan, 86'), Godín, Carboni (Rugani, 88'); Nández, Deiola (Asamoah, 86'), Marin (Duncan, 78'), Lykogiannis; Nainggolan; Joao Pedro y Pavoletti (Cerri, 78').

Lo primero que vale la pena destacar es la profesionalidad y exigencia competitiva del cuadro sardo, que poco antes del arranque del partido había confirmado matemáticamente su permanencia. Pero aún y así, el conjunto 'rossoblu' dejó claro desde el inicio que si el Milan quería llevarse los tres puntos debería ganárselo sobre el césped. No iban a regalar nada.

¿Cómo hacerlo si tienes en tus filas a jugadores como Nahitán Nández? El charrúa, puro derroche en la banda derecha, ató en corto a Theo Hernández. Le castigó la espalda y contuvo sus subidas. Primer mal indicador para el Milan, que todavía sin el lesionado Ibrahimovic perdía a uno de sus más preciados y recurrentes recursos ofensivos.

Pero no solo fue Nández. El Cagliari al completo actuó como un bloque sólido que bloqueó la zona de creación 'rossonera', incapaz de atacar con continuidad. Las únicas ocasiones claras antes del descanso llegaron en tiros lejanos. Calabria rozó la escuadra de un zapatazo y Rebic obligó al vuelo salvador de Cragno. El croata intentaba tirar del tirar del carro, de ejercer su veteranía en un equipo tan bisoño. Se notaba en sus constantes desmarques o por cómo pedía intensidad en la presión.

Pero tanto el ímpetu de Rebic como las intermitentes intervenciones de Çalhanoglu apenas inquietaban al sólido Cagliari. El desafío puso en jaque la fortaleza mental del cuadro de Pioli. Cada vez más ansioso, sin ideas en campo rival. El cuadro sardo, en cambio, necesitaba muy poco para aplicar su plan. Bastaba encontrar con espacio a Nainggolan o Joao Pedro y dejarles crear. En una de estas el brasileño puso un centro a Pavoletti, que cabeceó contra el cuerpo de Donnarumma.

El Cagliari iba a más y el Milan, desdibujado, jugaba con fuego. Tuvo que reaparecer Donnarumma para sacar a su equipo de las brasas en un cabezazo de Godín. Aviso captado. El cuadro 'rossonero' dio un paso al frente, liso para el arreón final. Sin fluidez pero con corazón, asustó a Cragno en dos tiros envenenados. Çalhanoglu hasta se topó con el palo. Pero el arrojo lombardo no encontró recompensa y todo se decidirá en una última jornada de infarto.