Kessié devuelve el Milán a la Champions 7 años después

Los rossoneri le quitan la segunda plaza al Atalanta y vuelven a la Liga de Campeones

Dos tantos de penalti del marfileño se imponen al dominio de los de Gasperini

Kessié, durante el partido en Bergamo contra el Atalanta.

Kessié, durante el partido en Bergamo contra el Atalanta. / Twitter @acmilan

Adrià Corominas

Siete años han tenido que pasar desde la última presencia de un grande como el AC Milán en la máxima competición continental. Y ha tenido que ser en la última jornada de una Serie A que ha dado emoción hasta el último segundo y con un partido donde ganaron, con dos penaltis y con el mínimo esfuerzo ante un Atalanta que, pese a dominar y perder, también se clasifica para la próxima Champions.

Atalanta-Milan

Serie A

0
2
Alineaciones
ATA
Gollini; Tolói (Palomino, 87'), Romero, Djmsiti; Maehle (Pasalic, 79'), M. de Roon; Freuler (Miranchuk, 87'), Gosens; Malinovskiy, Pessina (Muriel, 45'); Zapata.
MIL
Donnaruma; Theo, Tomori, Kjaer, Calabria; Bennacer (Krunic, 61'), Kessié; Calhanoglu, Brahim (Meïté, 62'), Saelemaekers (Dalot, 79'); Leao (Mandzukic, 79').

El Milán tenía el destino en sus manos. Ganando, estaba en la Champions. Pero el miedo a no encajar hizo que primasen las defensas. Los de Stefano Pioli no querían entrar en el correcalles en el que la DEA se siente cómoda y replegó atrás a su equipo, que cuando recuperaba, tenía clara la consigna de buscar rápidamente a un Leao que ni la olió.

De hecho, no solo es que el Milán estuviese espeso en ataque, sino que el Atalanta estaba tan bien situado dentro del terreno de juego que les estaba anulando por completo. Los de Gasperini tenían el control y no pasaban apuros, pero era un dominio instrascendente, sin apretar en exceso la meta protegida por Donnarumma.

Y cuando parecía que el Milán estaba neutralizado, sin pasar de medio campo, cuando todo indicaba que se llegaría al descanso con empate a nada, apareció Theo y en la primera pisada al área del conjunto rossoneri sacó un penalti más buscado que otra cosa.

Kessié no falló y mandó al descanso a su equipo con ventaja en el marcador. Con este gol, el marfileño, aparte de consagrarse como el especialista del Milán lanzando penas máximas, se consolidó también como el segundo máximo anotador de los de Pioli, solo superado por un Ibrahimovic, todavía lesionado, que vio el partido desde la grada.

La primera gran ocasión del partido llegó en el minuto 56, con un disparo de Zapata que lamió el palo. A partir de ahí, el Atalanta empezó a entrar en el área de Donnarumma con más asiduidad.

Pioli sabía que les venía encima un vendaval ofensivo y movió el banquillo para solidificar su sistema defensivo, que sacó agua durante todo el segundo tiempo y que tuvo la sentencia, a la contra, en un mano a mano que Leao estrelló al palo.

Y cuando el partido ya agonizaba, con el Atalanta lanzado al ataque, otro penalti sirvió a Kessié para sentenciar y erigirse en el héroe del partido.

El Milán tenía que ganar. Como fuese, pero tenía que ganar. Y lo consiguió. A su manera. Sin jugar bien. Pero ganó. Por eso, siete años después, el cinco veces campeón del mundo vuelve a la Champions.