La Juve se ahoga antes de recibir al Barça

Albert Gracia

Empate, victoria, empate, victoria... Y esta vez tocó empate. Porque la Juve no termina de carburar en este inicio. Delante se plantó un Hellas Verona que le jugó de tú a tú y la 'Vecchia Signora' sufrió para poder rascar un punto. Cierto es que tuvo ocasiones para ganar, pero no termina de dar buenas sensaciones a escasas horas de recibir al Barcelona en la Champions. Sin Cristiano Ronaldo falta mucha pegada arriba. Suerte que apareció Kulusevski para salvar al menos un punto ante un rival que propuso un partido de ida y vuelta y le salió bien.

De poco le sirvió el dominio inicial a la 'Vecchia Signora'. Porque con el toque, toque y toque no termina de estar cómoda. Mejor a tumba abierta saliendo de presión. Ahí sí que pueden marcar diferencias. La Juve salió con la voluntad de ser dominadora, con su móvil esquema, con Bernardeschi como verso libre. Demasiada posesión para nada. Demasiado pase horizontal. Pero se dio cuenta que con menos pases hacía más daño.

El Hellas buscó apretar arriba, así que la 'Vecchia Signora' aprovechó para salir con balón controlado y buscar la velocidad. Así llegó la primera de Bernardeschi, en un mano a mano a pase de Rabiot que erró. También presionaba la Juve... Pero mal, porque también salía el Hellas, que incluso anotó. Colley, en fuera de juego. Muy vulnerable la zaga juventina, que hacía aguas cuando no lograba ajustarse en la presión. 

Primer aviso serio del rival, en una puesta en escena más que destacable. La Juve siguió a lo suyo, dejó que Dybala, Arthur y Morata fueran entrando en juego y el equipo mejoró. Tanto que pudieron irse por delante al descanso. Dybala terminó mal una contra, Cuadrado la envió al larguero y Morata anotó una vaselina exquisita, pero el VAR la anuló.  

En la reanudación, parecía que el Hellas Verona daba un paso atrás para, ahora sí, apostarlo todo a las contras. Pero nada. En una gran combinación Favalli apareció para dar la sorpresa. Entró, marcó y se marchó lesionado. Para qué más. Con el 0-1, Pirlo dio entrada a Kulusevski, que dinamitó el encuentro. 

El rival, esta vez sí definitivamente porque así se lo recomendaron las piernas, se fue atrás y la Juventus pudo remontar el partido. Anotó el sueco después de volver loco a su zaguero y Morata, Dybala y Cuadrado mordieron para sellar el triunfo. No pudo ser. El Barcelona se encontrará a una Juventus que deja muchas dudas.