Ibra vuelve a teñir la 'Madonnina' de 'rossonero' una década después

El sueco fue decisivo en la victoria del Milan sobre el Inter (1-2) con dos goles

El sueco fue decisivo en la victoria del Milan sobre el Inter (1-2) con dos goles / AFP

X. Serrano

Milán es 'rossonero'. Liderado por Zlatan Ibrahimovic, recién recuperado de coronavirus y autor de un doblete, el Milan se impuso por la mínima al Inter (1-2) en un 'Derby della Madonnina' sin dueño que pudo caer de cualquier parte. Líder en solitario de la Serie A con pleno de victorias, el equipo de Stefano Pioli rompió con una racha de ocho derbis ligueros sin ganar. De hecho, hacía una década que no derrotaba al rival ciudadano en condición de visitante. Aquel 14 de noviembre de 2010, el único goleador del partido fue un tal Zlatan Ibrahimovic

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Serie A

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Alineaciones
Inter
Handanovic; D'Ambrosio, De Vrij, Kolarov; Hakimi, Barella, Brozovic (Eriksen, 68'), Vidal (Alexis, 84'), Perisic; Lukaku y Lautaro Martínez.
Milan
Donnarumma; Calabria, Kjaer, Romagnoli, Théo Hernández; Bennacer, Kessie (Tonali, 87'); Saelemaekers (Castillejo, 62'), Çalhanoglu, Leao (Krunic, 62'); Ibrahimovic.

En el Inter pasaron factura las bajas. Ocho, seis de ellas por coronavirus. Aun así, Antonio Conte dejó claro en la previa que no valían excusas. Su equipo iba a competir y desde luego que lo hizo. Mención aparte merece Romelu Lukaku. El belga marcó el gol 'nerazzurro' y pudo empatar en el último remate del partido. Su taconazo, sin embargo, se estrelló en Donnarumma.

El inicio fue 'rossonero'

Más entero, el Milan se impuso en el tramo inicial del partido. Incómodo, el Inter sufría la verticalidad 'rossonera', incapaz de achicar espacios. Unas concesiones que Zlatan Ibrahimovic, a sus 39 años, no iba a perdonar. En la primera llegada del partido, el sueco amagó ante un Kolarov que mordió el anzuelo y lo trabó por detrás. Penalti. La responsabilidad, para el 'killer'. Handanovic repelió el primer tiro de Ibra, que mandó el rechace a la red.

Sin tiempo para reaccionar, el Inter recibió el segundo. Incursión de Leao por banda izquierda y centro al corazón del área, donde Ibrahimovic fusila a placer. La defensa 'nerazzurra' hacía aguas, lastrada por las ausencias de Bastoni Skriniar. Pero poco a poco los de Conte cortaron la sangría y fueron a más. Las constantes interrupciones, sin embargo, les impedían poner en apuros a Donnarumma. Hasta que el Milan cometió el primer descuido. 

Perisic alcanzó línea de fondo y puso un centro desde la banda izquierda que Lukaku, libre de marca en el área chica, empujó a gol. Era el primero que el Milan encajaba en la presente Serie A y alteró por completo el guión del encuentro, que simplemente saltó por los aires. Como también desapareció el centro del campo. Se impuso la anarquía, un ritmo vertiginoso con llegadas constantes a ambas áreas.

Derbi sin dueño

Más necesitado, el Inter ponía una marcha más. Kjaer sacó bajo palos un cabezazo de Lautaro, antes de que Donnarumma atajara un intento lejano de Barella. El arquero apareció de nuevo para embolsar un intento del argentino desde la frontal y, ya al filo del descanso, siguió con la mirada un cabezazo de Lukaku que casi supone el empate. 

La dinámica se mantuvo tras el receso. Leao inauguró el segundo tiempo con un disparo que rozó la madera y Hakimi respondió con cabezazo que salió fuera por muy poco. El partido por momentos era un correcalles, roto por completo. La exigencia era máxima, el cansancio hacía mella y se multiplicaban las faltas. Y en estas, Krunic perdonó el 1-3 en un tiro desde dentro del área que no encontró los tres palos. 

A falta de un cuarto de hora llegó la acción polémica del partido. Kjaer prolongó involuntariamente un pase de Eriksen para Lukaku, que alcanzó a desviar el cuero con la punta de la bota antes de irse al suelo por la salida de Donnarumma. El árbitro señaló en primera instancia el punto de penalti, pero luego se desdijo. Había fuera de juego. 

Faltaba todavía el arreón final. Pese a un inocente remate de Kjaer, fue el Inter que buscó con mayor insistencia el arco rival. Con un nombre propio: Romelo Lukaku. En el tiempo de descuento, el belga no acertó a rematar entre los tres palos un balón suelto dentro del área y, en la última acción del partido, probó un taconazo que se estrelló en el cuerpo de Donnarumma