Gio Simeone: "Estar en la selección es un regalo que me gané, ahora tengo que darlo todo"

Giovanni Simeone celebrando un gol con el Cagliari

Giovanni Simeone celebrando un gol con el Cagliari / Fabrio Murru

Pep Santos

Giovanni Simeone parece huir del apellido de su padre. El delantero de 25 años, se quiere labrar un nombre por si solo y, aunque las letras de Simeone pesan mucho, parece que Gio, ha tomado el camino correcto.

El jugador del Cagliari anotó 12 goles la temporada pasada en el calcio italiano, lo que le ha garantizado un sitio en la lista de Scaloni para los próximos partidos de la Selección Argentina. Celebrando esta nueva convocatoria, el ariete ha concedido una entrevista al diario argentino La Nación, donde se han comentado varios aspectos interesantes.

El hijo mayor del "Cholo" parece un joven atípico, no le gustan las redes sociales o la Play Station y es un gran amante del teatro, la lectura y los museos, pasión que le inculcó su tía "Cuando era chico mi tía me regalaba libros y cosas para leer. Me llevaba a teatros y a conocer museos. Y, ahora, cada vez que voy a una ciudad, me meto en algún museo."

También habló de su padre, su relación y de como le trasmitió la pasión por el futbol: "mi viejo es terrible. Creo que cuando tenés una pasión así, en cualquier cosa no tiene por qué ser el fútbol, te hace sobrepasar tus límites. No te afecta el sacrificio y lo más importante, no te afecta el peso de cuando las cosas van mal." El atacante del Cagliari afirma que su padre siempre le dice cuando debe mejorar físicamente, pero nunca le da instrucciones tácticas:"Anda a preguntarle a tu entrenador. Para qué te voy a poner cosas en la cabeza, si después el técnico quiere otra"

Gio confiesa que de pequeño lo pasó mal, ya que su situación económica era muy diferente a la de sus compañeros y eso creaba distancia, pero siendo él mismo y sabiendo como comportarse, supo superarlo "Yo no iba a los entrenamientos con ropa de Dolce & Gabbana. Iba vestido con ropa de entrenamiento. Lo hacía porque soy así, no me interesan esas cosas. Me gustan las personas, no me importa si tienen plata o no. Eso me ayudó porque mis compañeros entendieron que, en esencia, era como ellos."

Ir convocado con la albiceleste, uno de sus máximos orgullos: "Jugar en Argentina es único. Hablo con mis amigos y ellos me preguntan como es la sensación de estar en el entrenamiento. Pero para mí no es solo ir a entrenar. Es todo, eso de sentirte jugador de selección es un regalo, un premio que me gané. Y ahora es cuando tengo que dar todo."

Finalmente, Giovanni ha valorado su última campaña en Italia, su identificación con el país de la bota y de la dureza del calcio:"En Italia no te regalan una. Mi viejo, cuando yo era chico, me decía que tenía que ir a Italia a aprender un año y que después, ya me tenía que ir a España o a Inglaterra. El fútbol acá es muy difícil. Un gol en Italia vale el doble que en cualquier otro lado. Pero a mí me encanta Italia. Me siento parte de toda esta cultura de la pasta, de la pizza. Mi novia es italiana."