Un flojo y perdido Milan camina por la cornisa

Quo vadis, Milan? ¿Qué te está pasando? Los aficionados rossoneri confiaban en que la llegada de dos mitos en la historia del club como Boban y Maldini a la dirección deportiva diera un vuelco a la situación vivida en las últimas campañas, en las que el cuadro lombardo ha pasado de ser un grande de Europa a luchar por meterse en las competiciones europeas.

Pero nada más lejos de la realidad. Mientras su vecino y máximo rival, el Inter, lidera con autoridad la Serie A, los de Giampaolo se deshacen como un azucarillo y, tras seis jornadas disputadas, está a un solo punto de las plazas de descenso.

Tres derrotas consecutivas tienen la culpa. Perder en la primera jornada por la mínima ante Udinese no hacía presagiar nada bueno, pero las victorias por la mínima ante Brescia y Hellas Verona ofrecían un rayo de esperanza.

De todos modos, hace no tantas campañas a estos equipos se les habría ganado con facilidad, con lo que los ínfimos triunfos auguraban lo peor, que acabó sucediendo: derrota en el derbi ante el Inter por 0-2. Y pudieron caer más.

GIAMPAOLO, RATIFICADO

Caer en el ‘Derby della Madonnina’ causó una herida profunda que no deja de sangrar: derrotas frente a Torino (2-1) y Fiorentina (1-3), en un duelo que Donnarumma evitó un mayor sonrojo al detener una pena máxima.

Pese a la crisis que se vive en Milanello, Maldini ha ratificado a Giampaolo. “Siempre defenderemos al entrenador, porque fue nuestra elección”, declaró el director técnico del club.

Aún así, muchas cosas deben cambiar. “La calidad del juego no es satisfactoria, los jugadores deben hacer autocrítica”, explicó el exjugador, que vio como el pasado domingo Ribéry convertía San Siro en el patio de su casa. El Genoa, próximo rival, debe pagar los platos rotos si en el seno del club rossonero no quieren tener que encender las alarmas.