Cristiano se despide de la Bota de Oro... si no hay milagro

Cristiano acabó muy decepcionado

Cristiano acabó muy decepcionado / EFE

X. Serrano

Se le escapa la Bota de Oro a Cristiano Ronaldo. El luso salió al Sardegna Arena con la pólvora mojada y presenció con frustración como Ciro Immobile se escapa en solitario como máximo realizador europeo. 35 tantos suma el ariete de la Lazio, por los 31 del ‘bianconero’ a falta de una jornada para que acabe la Serie A. A todo esto, la 'Vecchia Signora' perdió por 2-0 en una actuación monótona. 

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Serie A

2
0
Alineaciones
Cagliari
Cragno; Walukiewicz, Ceppitelli, Klavan; Farago, Rog (Paloschi, 47'), Ionita, Gagliano (Lykogiannis, 46'), Mattiello; Simeone (Birsa, 84') y Joao Pedro (Pereiro, 88').
Juventus
Buffon; Cuadrado, Bonucci, Rugani, Alex Sandro; Bentancur (Peeters, 76'), Pjanic (Zanimacchia, 61'), Muratore (Matuidi, 61'); Bernardeschi, Higuaín (Olivieri, 88') y Ronaldo.

‘A priori’, el duelo entre la campeona Juventus y el salvado Cagliari no generaba demasiados alicientes. Menos todavía con las rotaciones realizadas por Maurizio Sarri, que sí dio la titularidad a Pjanic. Así, todos los ojos se fijaron desde el inico en Cristiano, tan voluntarioso como impreciso. El luso intentó disparar a la mínima ocasión y sus compañeros lo buscaron con insistencia, pero la zaga ‘rossoblu’ lo anuló con solvencia. 

El plan del cuadro sardo era muy sencillo: encerrarse y contraatacar. Y su actuación fue excelente en ambos apartados. En los minutos iniciales abrió la lata en una acción que descubrió las costuras del campeón, pues el balón cruzó el área dos veces antes de que Gagliano embocara a gol. Con más insistencia que fluidez, la Juve buscó el empate y generó peligro, aunque de Ronaldo ni rastro. BonucciHiguaín Bentancur gozaron de ocasiones claras antes de que Simeone ampliara al contragolpe la renta sarda.

La 'Vecchia Signora', espesa, fue un quiero y no puedo en la segunda parte, al igual que Ronaldo. El luso tiró a puerta en dos ocasiones. Un intento lejano y centrado, y otro cruzado abajo. Cragno paró ambos y la Bota de Oro enfila ya hacia Roma.