El 'Baby Milan' de Montella invita a soñar

El ‘Baby-Milan’ de Vincenzo Montella está marcando una época en el calcio. Todos esperan que del conjunto ‘rossonero’ salgan los futuros futbolistas de la selección italiana. Donnarumma, Locatelli, Romagnoli, Calabria...  ninguno pasa de los 23 años. En la tabla de la Serie A llegaron a estar en tercera posición, actualmente han caído hasta la quinta, pero la Supercoppa es suya. Y se la quitaron a la imbatible Juventus. Con las negociaciones de venta del club abierta, este puede ser el último trofeo que ganen los milaneses en la era Berlusconi.

Montella, y sobre todo Locatelli, ya podían presumir de haberle ganado a la ‘Vecchia Signora’ en el último choque liguero en San Siro. Pero con un trofeo en juego la cosa cambia. La Supercoppa Italia de Doha ha sido la primera gran alegría de esta joven plantilla. Donnarumma y Locatelli, que hasta hace 18 meses jugaban en el filial, el equipo Primavera, no podrían haber imaginado un salto tan grande y tan enriquecedor en menos de dos años. 

Curiosamente, la última copa que levantó la escuadra lombarda fue la misma Supercoppa Italia, pero en un partido en Pekín contra el Inter, sus vecinos en la cuidad del Duomo. Pero el planteamiento de ese equipo campeón a este hay una enorme diferencia. La principal, y por la que Montella destaca, es por la edad de sus jugadores. Con futbolistas como Thiago Silva, Nesta, Seedorf, Kevin-Prince Boateng e Ibrahimovic y con Max Allegri de técnico, la edad media del conjunto era de 30’45 años. Hoy, con Donnarumma, Locatelli, Suso, Niang, De Sciglio, Romagnoli o Calabria baja hasta 24,90 de media.

Por madurez y calidad demostrada en el terreno de juego, Gianluigi Donnarumma fue el centro de atenciones en la final de Doha. Más aún en la decisiva tanda de penaltis. Ante Dybala, el cancerbero del Milan sorprendió a todos, más aún al público que no sigue el calcio. Adivinó hacia dónde iría el balón del argentino de la Juventus, aún parecía que a Dybala le quedaba espacio, pero a mano cambiada ‘Gigio’ mandó fuera el quinto penalti de la tanda. Fue decisivo y ganó un duelo directo a Buffon. El futuro de la portería en Italia estará a salvo cuando el meta ‘bianconero’ de 38 años cuelgue los guantes. Pero Donnarumma no es futuro, ya es presente del fútbol italiano. 

La otra clave de la victoria del Milan fue el hambre, la fuerza, la pelea de cada balón, la capacidad de sacrificio por el grupo. Algo que desde hace mucho no se veía en Milanello y que ahora está haciendo que la afición ‘rossonera’ se ilusione como antaño.