La Atalanta avisa al Real Madrid con una exhibición ofensiva

Tras un primer acto sin goles, el cuadro bergamasco se impuso al Nápoles por 4-2

Muriel, goleador y asistente, y Gosens, también realizador, fueron los más destacados

Duván Zapata marcó para la Atalanta contra el Nápoles

Duván Zapata marcó para la Atalanta contra el Nápoles / EFE

X. Serrano

Ya puede tomar nota el Real Madrid, porque bastan los segundos 45 minutos del triunfo de la Atalanta sobre el Nápoles para entender los vicios y virtudes de su rival en los octavos de la Champions. Tras un primer tiempo de dominio sin goles, los de Gasperini marcaron cuatro y encajaron otros dos frente a unos 'partenopei' mutilados por las lesiones (4-2). Los de Gattuso cometieron la temeridad de entrar al cuerpo a cuerpo y fueron barridos. Muriel, goleador y asistente, fue el más destacado.

Atalanta

Serie A

4
2
Alineaciones
Atalanta
Gollini; Toloi, Romero, Djimsiti; Maehle (Sutalo, 90'), De Roon, Freuler (Pasalic, 78'), Gosens; Pessina (Palomino, 84'); Muriel (Miranchuk, 84') y Zapata (Malinovsky, 90').
Nápoles
Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Maksimovic (Koulibaly, 78'), Rui (Ghoulam, 78'); Fabián Ruiz, Bakayoko; Politano, Zielinski (Lobotka, 84'), Elmas (Insigne, 53'); Osimhen.

El cuadro bergamasco dominó de cabo a rabo un primer tiempo en el que sólo le faltó lo más importante, el gol. Fallaron hasta los que no perdonan nunca. Como Zapata, que no acertó a controlar un balón en boca de gol tras una gran acción individual de Pessina. La 'Dea' atacó durante 45 minutos a un Nápoles agazapado en campo propio y poco predispuesto a la acción. Con todo, suya fue la ocasión más clara antes del asueto, un cabezazo de Osimhen que Gollini palmeó a córner.

Se lo miraba desde la grada Gasperini, expulsado antes de la media hora por sus excesos al pedir un penalti. El paso por vestuarios devolvió un encuentro de mayor ritmo, propiciado en parte por el paso adelante del Nápoles. Un atrevimiento que pronto castigó la 'Dea' merced a su conexión cafetera. Muriel se cosió el cuero a la bota, desbordó por la banda izquierda y puso centro templado que Zapata cabeceó a gol.

Gattuso reaccionó de inmediato e introdujo al reservado Insigne por el intrascendente Elmas. Pronto se hizo sentir el 'capitano'. Aun sin tocar el balón, el napolitano trazó una diagonal que barrió a la defensa y permitió la entrada desde segunda línea de Zielinski. El polaco cazó de volea en el interior del área un centro picado de Politano para igualar la contienda.

El tanto no amedrentó a la Atalanta, sino todo lo contrario, gozosa ante el ida y vuelta en el que se convertiría el partido. El Nápoles cometió la temeridad de entrar en un alocado cuerpo a cuerpo y fue barrido. Gosens devolvió la ventaja a la 'Dea' al culminar una contra sobre la línea de gol y Muriel amplió distancias en una acción individual, resuelta con un zapatazo a la escuadra.

Maehle se marcó en propia puerta un tanto que podría haber abierto el partido, pero pronto se encargó de cerrarlo Romero cabeceando en un saque de esquina el 4-2 definitivo. El 'azzurro' Osimhen dio el susto del partido al caer sobre el césped golpeándose con la cabeza y perdiendo el conocimiento. El nigeriano fue retirado de inmediato en camilla y recuperó la consciencia poco después. Fue trasladado a un hospital cercano para descartar cualquier complicación.

Así es la Atalanta. Un equipo que concede ocasiones y encaja goles con asiduidad, pero que tiene recursos ofensivos para barrer a cualquiera, sobre todo si logra imponer al partido el eléctrico ritmo que le conviene. Y la fórmula le funciona. Ya lo comprobó el Valencia. Avisado está el Real Madrid.