La afición de la Juve no olvida la peineta de Sarri

Sarri y la Juventus: del odio al amor

 Esta es la relacion del nuevo entrenador 'bianconero' con el que ahora es su club / Perform

Arnau Montserrat

Nunca digas nunca en la vida. Menos en un mundo tan loco como es el del fútbol. Que se lo digan a Capello que dijo que nunca entrenaría a la Juventus y acabó ganando dos ‘scudettos’ con la ‘Vechia Signora’ que le fueron retirados por el caso Calciopoli. 

Así, en numerosos casos a los que se añade Maurizio Sarri. Su amor por el Nápoles es bien conocido por todos. ‘Tifosi’ reconocido de los ‘Gli Azzurri’ devolvió al equipo sureño de nuevo al panorama internacional tras varios años perdidos en la oscuridad del fútbol italiano. Devolvió la sonrisa a San Paolo con una práctica futbolística que se ganó hasta los elogios de Pep Guardiola. 

Para la afición de la ciudad partenopea era ‘Uno di noi’: “Siempre será mi equipo del corazón. Cuando me retire y me preguntan a quién entrené, siempre diré que el Nápoles, independientemente de los equipos que pueda dirigir en el futuro”, dijo Sarri en 2018 antes de partir.

La afición no perdona

El Nápoles llegaba al Juventus Stadium un 28 de abril de 2018 con opciones más que claras de arrebatar el título de la Serie A a la Juventus, reina de la Península. Los del Norte recibían al conjunto de Sarri en casa a cuatro jornadas para el final con cuatro puntos de renta. Aquella noche no solo se recordará por el gol de Koulibaly en el descuento para poner patas arriba la lucha por el ‘Scudetto’, sino por la peineta de Sarri.

El técnico dedicó el gesto sentado en su plaza del bus a su llegada al estadio.

Un regalito para la afición que incordiaba a los napolitanos. Es y era su forma de ser, su filosofía de vida. No sorprendió a nadie. El problema viene ahora cuando la tortilla se ha girado y ahora es él quien lleva esa camiseta a rayas que pidió para que le pitaran más penaltis cuando entrenaba bajo el Vesubio. La afición no se olvida y ya llueven las críticas de los más acérrimos fanaticos. Sarri tiene faena por delante.