Diez consejos para mujeres embarazadas con enfermedades reumáticas

Diez consejos para mujeres embarazadas con enfermedades reumáticas

Diez consejos para mujeres embarazadas con enfermedades reumáticas

Lupus eritematoso, síndrome antifosfolípido o artritis inflamatorias son algunas de las enfermedades reumáticas que pueden padecer las mujeres. Algunas de ellas, como el síndrome antifosfolípido, pueden producir problemas en el embarazo.

Por ello, son muchas las pacientes las que se preguntan si pueden plantearse la posibilidad de ser madres.

Pues bien, los especialistas de la Sociedad Española de Reumatología (SER), aseguran que las mujeres con enfermedades reumáticas pueden tener hijos como cualquier mujer sana.

Eso sí, siempre va a ser necesario realizar una planificación del embarazo con el profesional de reumatología y contar con un equipo multidisciplinar que sepa abordar de forma adecuada las posibles complicaciones que puedan presentarse.

Embarazo y enfermedades reumáticas: Consejos a seguir

Con el fin de aclarar dudas, desde la Sociedad Española de Reumatología han elaborado un decálogo de consejos para pacientes con enfermedades reumáticas que quieren quedarse embarazadas.

  • Planifica el embarazo: En la mujer con enfermedad reumática es imprescindible una adecuada planificación para conseguir un embarazo exitoso. Desde el momento de su diagnóstico las mujeres en edad fértil deben recibir información sobre el manejo de su enfermedad en esta etapa y consejos adecuados sobre anticonceptivos para aquellas que no desean el embarazo.
  • ¿Cuándo te podrás quedar embarazada? Es importante tener controlada la enfermedad al menos de 3 a 6 meses antes de quedarse embarazada. Este tiempo se incrementará a 12 meses en pacientes que han sufrido brotes graves de algunas enfermedades como, por ejemplo, el lupus.
  • Sin temor a la medicación: Durante la planificación y el embarazo se aconsejará interrumpir aquellos tratamientos menos seguros como, por ejemplo, metrotexato, leflunomida, micofenolato de mofetilo, o algunos biológicos.

Por otro lado, existen ya tratamientos que han demostrado ser compatibles con el embarazo.

En todo caso, el médico indicará cuál es el tratamiento adecuado y la posibilidad de poder utilizar el fármaco a lo largo del embarazo, con el fin de controlar la enfermedad y evitar un cambio de tratamiento durante la gestación.

  • La importancia del seguimiento del embarazo. Cuando una mujer con una enfermedad reumática, especialmente en enfermedades autoinmunes sistémicas como el lupus, el síndrome de Sjögren o la esclerodermia, se queda embarazada se debe remitir a una Unidad de Embarazo de Alto Riesgo.

Si esto no fuera posible, la paciente debe mantener un contacto estrecho entre reumatólogos y obstetras, para un control riguroso del embarazo.

  • Durante el parto. La vía del parto preferida en todas las mujeres, salvo que esté contraindicado por motivo obstétrico, es la vaginal. También en las mujeres con enfermedades reumáticas.

Lo ideal es que el parto se inicie de forma espontánea, aunque dependiendo de si han aparecido complicaciones maternas o fetales a lo largo de la gestación se puede plantear la inducción, según criterio del obstetra.

  • ¿Me pueden poner la epidural? Normalmente no hay ningún motivo por el que una mujer con enfermedad reumática no pueda recibir este tipo de anestesia, siempre según el criterio del anestesista, que tendrá en cuenta su enfermedad y la medicación que utiliza.
  • ¿Qué hacer durante el puerperio? En esta etapa es importante extremar la vigilancia, dado que son frecuentes los brotes de la enfermedad.

Esto, además, es un punto que preocupa mucho a las mujeres ya que puede afectar a su capacidad para cuidar a su recién nacido. Por eso es importante continuar con los tratamientos indicados.

  • No hay que renunciar a la lactancia. El objetivo es poder conseguir una lactancia natural, si así lo desea la mujer, mientras la enfermedad se encuentra controlada con tratamientos compatibles.
  • Busca apoyo. Con la adecuada preparación y supervisión lo más habitual es que el embarazo sea posible. Habla con tu médico para recibir apoyo durante todo el proceso y, en caso necesario, facilitar el acceso inmediato si sucediese un brote de la enfermedad reumática.
  • Un equipo multidisciplinar. Esta etapa precisa una estrecha colaboración de los diferentes equipos asistenciales entre los que se incluyen reumatólogos, médicos de atención primaria, matronas, obstetras y en algunos casos, farmacéuticos de hospital.

Una buena comunicación entre profesionales y pacientes puede reducir de manera notable los riesgos e incrementar las posibilidades de éxito.