Descubren una forma de matar de hambre a los tumores cerebrales

Descubren una forma de matar de hambre a los tumores cerebrales

Descubren una forma de matar de hambre a los tumores cerebrales

Un equipo de científicos de la Universidad Queen Mary de Londres logra frenar el crecimiento de las células cancerosas en tumores cerebrales.

El conocido como meduloblastoma, que, junto con la leucemia y los linfomas es el causante de la mayor parte de los cánceres infantiles, podría tener una vía de tratamiento mejorada para acabar con él gracias a estos hallazgos.

La apuesta diferencial radica en la privación de energía a las células cancerosas, y la manera de conseguirlo es utilizando, en combinación con la quimioterapia, el hexafosfato de inositol, un compuesto natural presente en casi todas las plantas y animales.

Las investigaciones preliminares, en ratones, en tejido humano y en líneas celulares humanas, indican que se puede revertir el crecimiento de estas células cancerosas mediante la aplicación del hexafosfato de inositol.

En palabras de la profesora Silvia Marino del Centro de Excelencia de Investigación de Tumores Cerebrales de la Universidad Queen Mary de Londres, e investigadora principal del estudio, «estos resultados brindan la esperanza de desarrollar nuevos tratamientos dirigidos a los niños y niñas que padecen este agresivo tumor cerebral pediátrico».

El meduloblastoma se trata de un tipo de cáncer cerebral maligno que comienza en el cerebelo y que, en el caso de los niños, están relacionados con ciertas alteraciones genéticas heredadas. Y es que, aunque también afecta a adultos, hasta la fecha no se ha logrado encontrar una causa probable.

El mayor problema es que es un tipo de cáncer que crece muy rápido y que se puede llegar a diseminar hacia otras áreas del Sistema Nervioso Central (SNC) a través del líquido cefalorraquídeo. Eso sí, en raras ocasiones llega más allá del SNC.

El tratamiento descubierto para acabar con el meduloblastoma

Los hallazgos de los investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres permiten pensar en la existencia de un tratamiento capaz de evitar el crecimiento de los tumores cerebrales.

La investigación, que ha sido publicada en la revista científica Nature, sería una opción real de erradicar uno de los tres tipos de tumores más comunes entre la población infantil.

Este tipo de cáncer se presenta en cuatro subgrupos diferentes y es el menos comprendido por la ciencia, conocido como meduloblastoma G4, el que más incidencia y peor pronóstico tiene.

Con sus análisis el equipo británico ha logrado identificar la manera de bloquear su crecimiento eliminándole el suministro de energía.

Todo se basa en la epigenética, o lo que es lo mismo, en el estudio de la modificación en la expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia del ADN.

Y es que, en condiciones normales, las células son capaces de activar y desactivar genes concretos para controlar su crecimiento, en la medida en que esto sea necesario. Un proceso que se puede interrumpir en el cáncer provocando un aumento excesivo de la producción de las proteínas que provocan el desarrollo de los tumores.

Son esos motivos epigenéticos los que contribuyen de forma definitiva al desarrollo de los meduloblastomas.

Ahora, el equipo de la profesora Marino, ha demostrado que, mediante la aplicación de ese compuesto natural, el hexafosfato de inositol, se logra acabar con la fuente de energía de este tipo de tumores impidiendo, con ello, su crecimiento.

En la actualidad, y esperando el desarrollo definitivo de esa novedosa técnica que pueda cambiar la situación en lo referente a este cáncer, existe tratamiento para el meduloblastoma.

Es más, según cifras oficiales, la tasa supervivencia para el meduloblastoma pediátrico a cinco años es de entre el 70 y el 80 por ciento.

El tratamiento comienza con una cirugía, en la mayoría de los casos, para reducir esa acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. En los casos en los que sea posible, además, se procederá a la extracción del tumor.

Posteriormente se pueden utilizar ciclos de radioterapia y/o quimioterapia para acabar con las células del tumor. Un tratamiento que en el caso de los más pequeños se suele realizar administrándolo por vía intravenosa.

Esta investigación de la Universidad Queen Mary de Londres “es una gran noticia y trae una esperanza muy necesaria para el futuro. Aún queda mucho camino por recorrer, pero esperamos que un ensayo clínico pueda estar en funcionamiento en un futuro cercano”, reconoce Hugh Adams, Jefe de Relaciones con las Partes Interesadas en Brain Tumor Research.

Cómo afecta el meduloblastoma a los niños

Cada año se diagnostican en el mundo más de 400.000 cánceres en pequeños de entre cero y diecinueve años de edad, y el meduloblastoma es el tumor cerebral canceroso más común entre ellos.

Se diagnostican varios cientos de meduloblastomas cada año entre la población infantil.

Puede manifestarse inicialmente con fuerte dolores de cabeza, náuseas, vómitos, visión borrosa, confusión, crisis convulsivas e incluso desmayos. En casos más extremos, a medida que aumenta la presión sobre el cerebro, puede llegar a provocar problemas para caminar, de equilibro o de motricidad fina.