Cómo usar correctamente el inhalador si tengo problemas de oxígeno

Cómo usar correctamente el inhalador si tengo problemas de oxígeno

Cómo usar correctamente el inhalador si tengo problemas de oxígeno

El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son dos de las enfermedades respiratorias más comunes. A estas se suman otra serie de infecciones que afectan a los pulmones y que con el cambio de estación se multiplican en las consultas médicas.

Según los datos ofrecidos por la Fundación Lovexair, dedicada al cuidado, apoyo y orientación de las personas con patologías respiratorias, alrededor del 60% de las personas con asma no sigue correctamente el tratamiento prescrito.

Y, en la gran mayoría de los casos, esto no se debe a olvidos o abandono de la medicación, sino al uso incorrecto que los pacientes realizan de los inhaladores.

La primera consecuencia del mal uso del inhalador es que el efecto broncodilatador o antiinflamatorio del fármaco no se produce.

Así, el paciente continuará teniendo todos los síntomas que están empeorando su estado, tos, expectoración, opresión en el pecho o ruidos pulmonares.

En otras palabras, si el procedimiento de inhalación no se realiza correctamente, la medicación no actúa contra la enfermedad.

Y en estos meses de pandemia, las consecuencias derivadas de no realizar correctamente las inhalaciones son más preocupantes por la presencia de la Covid-19. Los pacientes con problemas pulmonares son un colectivo de riesgo ante el coronavirus, y un mal control de la enfermedad puede complicar mucho su salud en caso de contagio.

¿Cómo se utiliza correctamente un inhalador?

Los especialistas en enfermedades respiratorias señalan que en el mercado hay multitud de modelos y cada uno tiene sus propias características, así que lo mejor es leer las instrucciones y seguirlas al pie de la letra.

Pero también existen una serie de pautas que son comunes a todos los modelos (con cámara, sin cámara…) imprescindibles para asegurar la eficacia del tratamiento.

La primera de ellas es la posición. La Fundación Lovexair recomienda adoptar una postura correcta a la hora de aplicar el tratamiento, sentado o de pie, pero siempre con la espalda recta.

Es conveniente mantener el inhalador en posición vertical. Y no siempre es adecuado agitarlo antes de usarlo. Cada modelo indicará el modo de empleo.

Si hace tiempo que no usamos el dispositivo de inhalación haremos uno o dos disparos al aire para asegurar que el fármaco sale correctamente.

Una vez adoptada la postura correcta y comprobado el buen funcionamiento del dosificador, el paciente debe realizar una expiración larga hasta lograr vaciar los pulmones.

Con los pulmones vacíos y sin tomar aire, hay que colocar los labios alrededor de la boquilla del inhalador y comenzar a inspirar mientras se aprieta el cartucho de la medicación.

La inspiración puede ser lenta y profunda o rápida y potente, según indiquen las instrucciones que el modelo que se esté utilizando.

Una vez liberada la medicación y sin retirar el inhalador de la boca, debe seguir inspirando unos 3 o 4 segundos más.

Transcurrido este tiempo, se retira el dosificador y se retine la respiración unos 10 segundos.

Para finalizar, los expertos recomiendan también enjuagar la boca sin tragar el agua.

Siguiendo estos pasos para el uso del inhalador y teniendo siempre en cuenta las características propias de cada modelo, el paciente respiratorio evitará en gran medida las visitas a urgencias o un ingreso hospitalario.