El Schalke sigue sin levantar cabeza

Nübel poco pudo hacer en el tanto de Bittencourt

Nübel poco pudo hacer en el tanto de Bittencourt / EFE

SPORT.es

Cuarto partido para el Schalke desde que volvió el fútbol en Alemania y cuarta derrota. Los chicos de David Wagner no levantan cabeza y siguen con su particular desescalada. Ya son once partidos consecutivos en los que el cuadro de la cuenca del Ruhr no sabe lo que es cosechar los tres puntos y las plazas europeas se ven cada vez más lejos. El técnico sabe que si no llega una victoria pronto, sus pupilos se van a quedar sin objetivos. Suerte que la primera vuelta fue buena. 

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Bundesliga

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Alineaciones
Schalke
Nübel; Kabak, Sané, Todibo (Oczipka, 46¿); Kenny, McKennie (Boujellab, 55'), Schöpf, Miranda (Burgstaller, 80¿); Matondo (Raman, 46'), Gregoritsch (Kutucu, 58') y Caligiuri.
Werder Bremen
Pavlenka; Gebre Selassie, Langkamp, Moisander, Friedl; Vogt, Eggestein, Klaassen, Bittencourt (Osako, 46') (Gross, 91¿); Sargent (Bargfrede, 70¿) y Rashica (Selke, 58').

Sin Mascarell, Serdar y Harit el Schalke se queda sin talento diferencial en el centro del campo. Ante el Werder Bremen volvió a pasar lo mismo. Demasiada defensa, poco fútbol por medio y arriba que no llega nada. Sobre todo en una primera mitad dominada de cabo a rabo por un rival que está en plena lucha por evitar el descenso.

Los de Bremen demostraron querer más y se adelantaron en el marcador tras un grave error en salida de balón de Todibo, que quiso hacer más de la cuenta y terminó propiciando el tanto de Bittencourt. También hay que saber ponerla en la escuadra. Nübel, que volvió a la titularidad por la necesidad de sumar puntos, poco pudo hacer. Merecido tanto para un Werder que en la segunda mitad vio como el Schalke fue a más. 

Wagner rompió la defensa de cinco, quitó a Todibo y el equipo fue mejorando con el paso de los minutos. Tuvo alguna intentona para lograr un empate que ni mucho menos hubiese sido inmerecido, pero a esta plantilla le falta gol arriba. Ni Burgstaller, ni Gregoritsch, ni Raman ofrecieron nada distinto ante un Pavlenka que sacó la que le llegó clara. El Schalke murió en la orilla y sigue cayendo en picado.