Empieza la Bundesliga

El mayor reto de Pep

El miedo se ha instalado en Múnich e incluso Rummenigge pidió, sin éxito, retrasar el inicio de la competición

Revalidar el título de la Bundesliga, el mayor reto de Pep

Revalidar el título de la Bundesliga, el mayor reto de Pep / sport

Florian Haupt

Desde que en la temporada 1974-75 el Bayern de Beckenbauer, Maier y Müller acabó el campeonato en décima posición, existe la teoría de que al Bayern no se le dan bien los años posteriores a los mundiales, especialmente si Alemania ha tenido una buena actuación. Hay cierta experiencia empírica, puesto que las dos ultimas Bundesligas postmundialistas fueron ganadas por el Stuttgart y el Borussia Dortmund. En todo caso, la teoría toma cuerpo en la propia Säbener Strasse, el cuartel general del campeón récord. De ahí la impresión de que el superfavorito afronta la temporada como la crónica de una muerte anunciada.

Sammer, el siempre malhumorado director deportivo, cumplió con su papel de apocalíptico (“tengo miedo”), mientras Rummenigge, el jefe del consejo, propuso aplazar el comienzo de la temporada para poder dar más descanso a sus seis campeones del mundo. Su argumentación no ganó en rigidez por el hecho de que los mismos campeones del mundo sí fueron capaces de viajar a EE.UU. para una gira comercial. Total que resultó limitada la compasión entre los Augsburgos y Maguncias por un conjunto que les multiplica varias veces en facturación, que ha ganado las dos últimas Ligas con ventaja record –25 puntos en 2013, 19 puntos en 2014– y que fue capaz por segunda vez consecutiva de arrebatarle al máximo rival su mejor jugador. Un año después de Götze, Lewandowski se ha mudado de Dortmund a Múnich.

SIN INFLUENCIA

El compromiso en este fichaje ya se hizo antes de la llegada de Guardiola al banquillo muniqués y es dudable que el ariete polaco hubiera figurado en su lista personal de refuerzos preferentes. A cargo del entrenador solo han llegado el lateral Bernat, del Valencia, y Pepe Reina, de segundo portero. Sigue sin aclararse la relación de poderes entre la cúpula y Guardiola, quien más que nunca parece estar de paso, sin influencia en asuntos estratégicos como los asaltos al Dortmund, la prolongación de contrato de Müller y la negación de términos satisfactorios a Kroos, quien rechazó la oferta del club y salió para Madrid. La pérdida más grave para el Bayern desde que Ballack se fue al Chelsea en 2006

No obstante, se va a mirar al banquillo si las cosas no funcionan. Guardiola parece haberse inclinado por un 3-4-3 para instalar mejor su fútbol que en el tramo final de la temporada pasada cuando el 0-4 contra el Madrid le hizo confesar que no se estuvo fiel a sus principios. “Necesitamos el tiempo que no tenemos“, acaba de lamentar el catalán. Para empezar, le faltarán los lesionados Javi Martínez, Thiago y Schweinsteiger y le seguirá acompañando la mirada escéptica de parte de la hinchada que recela del estilo de posesiones largas e intuye que el juego del Bayern se ha desnaturalizado.

Con todos los problemas del Bayern, reales y supuestos, a nadie se le occurre arrebatarle el papel de favoritísimo o nombrar a rivales serios más allá del Dortmund. 

En el Borussia, Klopp intenta compensar la salida de Lewandowski tanto con el italiano Immobile y el colombiano Ramos, con la pasión y inteligencia de siempre. Al contrario que el Bayern, el Dortmund consiguió exhibir sus perennes señas de identidad en la Supecopa de la semana pasada (2-0). Ahora ha vuelto Reus, que no disputó el Mundial por lesión y aún está por volver Gündogan, que se perdió toda la temporada pasada por un problema misterioso en la espalda. El mediocentro sería una ayuda clave en el afán de reencontrarse con la regularidad perdida de los campeonatos de 2011 y 2012.

El flamante campeón de la Supercopa se encontrará mañana con un Leverkusen prometedor gracias al nuevo entrenador, Roger Schmidt, y el fichaje del joven mediapunta Calhanoglu.