Bundesliga

Kimmich, el ojito derecho de Guardiola

El joven centrocampista alemán Joshua Kimmich se ha ganado la confianza de Pep Guardiola por su calidad y polivalencia. En Leverkusen ‘secó’ a Chicharito y Kiessling

Así juega Kimmich

Así juega Kimmich / sport

Juanma Romero

Si en Barcelona Keita y Mascherano fueron sus “niñitas”, en Múnich hay un jugador muy especial para Pep Guardiola: Joshua Kimmich. El joven futbolista alemán, que este lunes cumple 21 años y está en su primera temporada en el Bayern, ha demostrado ser mucho más que un simple centrocampista.

Formado en las categorías inferiores del Stuttgart, Kimmich empezó a destacar muy pronto. Con 18 años, en su temporada de debut en el Red Bull Leipzig (2013/14) logró el ascenso a Segunda siendo pieza clave en el centro del campo. Un mes más tarde, en el Europeo sub-19 de Hungría, se proclamaba campeón del torneo con Alemania volviendo a ser decisivo para los suyos. Su progresión y protagonismo, y por supuesto su juego, llamaron la atención de los 'scouts' del Bayern que incluso pudieron observarlo de cerca cuando los de Leipzig visitaron al Múnich 1860 la temporada siguiente. Aquel día el equipo de Kimmich ganó 0-3 y él, posiblemente, su fichaje por el campeón alemán.

Desde el primer día, Kimmich sintió el cariño de Pep Guardiola, quien se dio cuenta muy pronto del potencial del jugador. Ya incluso en la pretemporada, el técnico catalán dio la cara, literalmente, por el joven futbolista. En las semifinales de la Audi Cup ante el Milán y tras una patada de De Jong a Kimmich, que obligó a sustituirlo a los 18 minutos, Guardiola se encaró con el holandés en el túnel de vestuarios, recriminándole la acción. Un gesto que vino acompañado de la decisión de ceder a Höjbjerg, futbolista que enamoró al técnico en su primera temporada pero que terminaría siendo el sacrificado ante el impacto del recién llegado. Guardiola ya solo tenía ojos para Kimmich.

Guardiola: “Es un jugador increíble”

Así, Kimmich empezó pronto a contar con minutos y a cosechar elogios. Su debut oficial como titular llegó en la primera ronda de la copa alemana ante el modesto Nottingen y en Bundesliga se estrenó de inicio en la jornada 5 en Darmstadt, donde disputó los 90 minutos. Pase a pase, casi siempre en el rol de Alonso, Kimmich fue ganándose la confianza de Guardiola en una posición tan específica como vital para él. “Más pronto o más tarde, será internacional”, vaticinó el técnico tras el 5-0 ante el Dinamo de Zagreb, donde Kimmich brilló con luz propia todo el partido.

“Tiene todo lo que un jugador necesita: Es inteligente, agresivo, buen cambio de ritmo, va bien de cabeza, tiene visión de juego, percibe bien el espacio libre… Es un jugador increíble”, elogios de un Guardiola aquella noche de Champions a los que se sumó Beckenbauer en la televisión alemana declarándose “fan” del joven Josua.

A pesar de la fuerte competencia en el centro del campo, con gente como Alonso, Thiago, Vidal, Rode e incluso Lahm, Kimmich ha sabido aprovechar todos los minutos que le ha dado Guardiola. Y no solo como centrocampista. Si algo ha lucido Kimmich en estos primeros meses en Múnich, aparte de su fiabilidad como mediocentro, ha sido la polivalencia. De lateral derecho en octavos de Copa ante el Darmstadt, de lateral izquierdo en Hannover o de extremo diestro ante el Ingolstadt, el ojito derecho de Guardiola ha demostrado una polivalencia y una madurez impropias de un futbolista de tan solo 21 años.

De central, el último invento de Pep

Lo último de Kimmich ha significado su consagración definitiva esta temporada. Y no ha llegado desde su posición favorita y por la cual lo ficharon, sino desde el puesto de central. Ante las numerosísimas bajas en el centro de la defensa, Guardiola echó mano de su jugador más fiable. En la semana previa al partido ante el Hoffenheim, con Boateng caído en Hamburgo y las bajas de Benatia y Rafinha, Guardiola ensayó específicamente con Kimmich en dicha posición. Pep lo tenía claro, apostaría por Joshua como central. Y el jugador, como en toda la temporada, le ha devuelto la confianza.

Como pareja de Badstuber, Kimmich disputó los 90 minutos ante Hoffenheim y Leverkusen con el bagaje de cero goles encajados y lo más impactante, solo cuatro tiros entre los tres palos sumando los dos partidos. La primera vez desde el 12 de septiembre que el equipo de la aspirina se quedaba sin marcar en casa. Chicharito y Kiessling, que habían anotado 9 de los últimos 10 goles del Leverkusen, inéditos. Y todo con Kimmich, quien reconoció en BILD que Xavi es su modelo a seguir, de central.

Merece más minutos pero no se queja. Es una locura en cada entrenamiento, lo fue ante el Zagreb y lo ha sido hoy”, dijo Guardiola después el 4-0 ante el Stuttgart el pasado 7 de noviembre en el que fue el tercer partido completo de Kimmich. Alexander Zorniger, técnico en aquel momento del Stuttgart, intervino diciendo que en su equipo podría tener más minutos. Pero Guardiola no estaba para bromas: “No, Kimmich se queda, es como mi hijo”. De momento, el padre puede estar orgulloso de su criatura.