Hummels se viste de Haaland y rompe la maldición de Bielefeld

Hummels anotó un doblete y se lesionó.

Hummels anotó un doblete y se lesionó. / AFP

Arnau Montserrat

Tuvieron que pasar 21 años y un doblete de Hummels para que el Dortmund ganara en el campo del Arminia Bielefeld. Tiene trampa porque no se medían desde el 2009 pero aún así el Schüco-Arena era una pesadilla para los 'borussers'. De hecho, el Dortmund era el equipo que más veces había perdido en este estadio con diez. Sin Haaland, con molestias, pero con un Mats impecable, los de Favre llegarán empatados a puntos al choque ante el Bayern de la próxima jornada. Eso sí, el central se retiró lesionado.  

123745

Bundesliga

0
2
Alineaciones
Arminia Bielefeld
Ortega; Brunner (Behrendt 65'), Pieper, Van der Hoorn (Yabo 83'), Lucoqu; Nilsson, Prietl; Doan (Edmundsson 65'), Hartel, Schipplock (Córdova 65'); Klos.
Borussia Dortmund
Bürki; Meunier, Akanji, Hummels (Piszczek 86'), Passlack; Bellingham, Delaney (Witsel 82'); Sancho (Reyna 75'), Brandt, Hazard (Reinier 82'); Reus (Guerreiro 75').

El Dortmund mereció marcharse al descanso con ventaja en el marcador pero el factor Haaland les pasó factura. Echaron de menos la presencia del noruego en la punta de ataque y la alternativa fueron los disparos desde fuera del área. La primera la gozó Delaney pero se encontró con una buena respuesta de Ortega bajo palos.

El balón circulaba algo lento y sin verticalidad. Mucho balón en los alrededores del área del Arminia sin fruto. Reus tuvo la segunda gran oportunidad para los de Favre pero su disparo desde la media luna tuvo el mismo destino que el primero, a las manos del portero del Bielefeld.

Apretó el Dortmund en los últimos compases del primer tiempo y Akanji perdonó lo imperdonable. Al central le cayó un balón, un regalo, un caramelo y lo desperdició. Sin el instinto de 'killer' necesario, el suizo tiró el balón fuera con la portería vacía frente a él. 

El Dortmund respiró tranquilo poco después del descanso. Hummels aprovechó el saque de esquina de Sancho para anotar el primero. El central se la encontró. De hecho remató con su pierna derecha, su zona más sensible y casi pidiendo perdón por empujarla de esta manera. Pero un gol es un gol. Se quitaban un peso de encima pronto.

El tanto no hizo salir de la cueva al Arminia que seguía con la esperanza de cazar un contragolpe que nunca llegaba. Le anularon un gol a Bellingham, Delaney remató a la madera y Hummels se autoproclamó rey de la fiesta con un segundo tanto que sentenciaba el choque y la maldición del Schüco-Arena. No había mejor día que en la noche de Halloween. 

Pero la pesadilla no se podía romper así como así. Hummels salió mal parado pidiendo el cambio a cinco minutos para el final con aparentes problemas musculares en la parte trasera de su pierna derecha. Semana con Champions y con el Bayern al horizonte. No tiene buena pinta.