La varita mágica de Heynckes resucita al Bayern

"Sé lo que tengo que hacer, pese a que la situación actual es difícil, para que el equipo vuelva al camino del éxito”, declaraba hace exactamente tres semanas Jupp Heynckes cuando se hizo cargo del Bayern en sustitución de Ancelotti.

Cuatro años y medio después de dirigir su último partido, el que proclamó al Bayern campeón de Europa por quinta vez, en Wembley, Heynckes abandonaba su vida de jubilado para volverse a poner el chandal y salir al rescate de su equipo.

Dos semanas después de debutar en la victoria de su equipo frente al Friburgo por 5-0, el Bayern ha revertido su situación. De ser segundo en la Bundesliga, con cinco puntos de desventaja respecto al Borussia Dortmund, el equipo bávaro ha pasado a liderar el campeonato de su país que ha ganado las últimas cinco temporadas, con tres puntos más que los renanos.

“Ahora estamos en lo más alto y queremos continuar el camino comenzado”, señaló Alaba tras el partido del pasado sábado contra el RB Leipzig, el mismo equipo que a mitad de semana había eliminado el Bayern de la Copa alemana. 

De momento, este es el único partido que Heynckes no ha conseguido ganar (porque también lo hizo contra el Celtic, por 3-0, en la Champions) pero no tuvo incidencia ninguna desde el punto de vista deportivo ya que el Bayern pasó ronda tras ganar la tanda de penaltis.

Recuperar a Müller, Boateng y James Rodríguez, quien el sábado disputó su primer partido completo con el nuevo entrenador, han sido algunas de las claves del buen desempeño del Bayern las dos últimas semanas.

“Sabemos que no todo es genial pero hemos dado un gran paso hacia adelante”, proclamó el central germano.  “Jugamos con inteligencia e intentamos no tomar riesgos en defensa. Esto me gustó mucho”, subrayó el entrenador que parece tener una varita mágica. La opinión pública le ve capaz de llevar nuevamente al Bayern al triplete como hizo en la temporada de su adiós.

Durante estos cuatro años que ha estado alejado del fútbol Heynckes ha comprobado que el Bayern ha dejado el juego de toque y posesión que practicó durante un trienio con Guardiola para volver al fútbol directo que recuperó en parte con Ancelotti. Con él, la apuesta por la tradición es total.