El Dortmund 'somete' al Schalke en una oda al nuevo fútbol

La simbólica celebración del Dortmund con 'el muro amarillo'

 El Dortmund ha rendido homenaje a sus aficionados repitiendo el saludo que realizan al finalizar cada partido saludando al 'muro amarillo' tras vencer por 4-0 al Schalke / sport

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

En un ‘tic’, los jugadores de uno y otro equipo han levantado la vista del césped y han dirigido sus miradas hacia la ‘Südtribune’ del Signal Iduna Park. Es la grada de animación más numerosa de Europa, un espectáculo de colorido y ambiente sin igual que lamentablemente tardaremos mucho tiempo en volver a ver en ebullición. La ‘nueva normalidad’ ha hecho que cada equipo saliera en su turno establecido, que no hubiera ningún contacto antes del pitido inicial. Convencionalismos y medidas extremas que una vez el colegiado ha hecho sonar el silbato han quedado atrás. A pesar de que el plano general intentaba ‘disimular’ al máximo el desangelado aspecto de las gradas, el eco y los gritos de unos y otros ha sido demasiado para que el espectador pudiera ponerse totalmente en situación. Pero unos más que otros tiraron del ‘mejor esto que nada’.

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Bundesliga

4
0
Alineaciones
Borussia Dortmund
Bürki; Piszczek, Hummels, Akanji, Hakimi; Dahoud (Götze, 87'), Delaney (Balerdi, 68'), Guerreiro (Schmelzer, 87'); Brandt, Hazard (Sancho, 79'), Haaland
Schalke 04
Schubert; Kenny, Salif Sané, Todibo (Burgstaller, 46'), Nastasic; Oczipka; McKennie (Becker, 87'), Serdar (Schopf, 73'); Harit, Caligiuri (Miranda, 76'); Raman (Matondo, 46')

UN INICIO 'RARO'

Y con el balón en juego y la Bundesliga latiendo, el favorito, el equipo que mejor sabe tratar el balón, el Borussia Dortmund, le ha dado un sonoro repaso a su archirrival regional. La Cuenca del Rühr, el reducto minero de Alemania, ha tenido un amo y señor que ha llevado el duelo adonde quería, lo ha domado, lo ha sometido, y prácticamente no le ha dado ni una migaja a un Schalke pobre, demasiado pobre. Tras unos primeros 15-20’ extraños, de expectativa, se ha ido calentando el cuadro de Favre con las incursiones de Hakimi y Guerreiro, los ‘latigazos’ de Haaland y las genialidades de Brandt. De las botas del ex del Leverkusen emergió la principal fuente de fútbol de los ‘schwarzgelben’. La primera acción peligrosa la ha protagonizado el carrilero cedido por el Madrid, que ha puesto un centro raso peligrosísimo que ha sacado providencial Jean-Clair Todibo, sin duda una de las atracciones del encuentro que no ha tenido la suerte de cara.

Tras dos acciones de Guerreiro y Haaland, el Schalke ha tenido la primera y única oportunidad un poco clara de toda la primera mitad. Caligiuri cazaba un mal despeje de Akanji y su tiro raso lo sacaba con apuros Burki. Poco después llegaba la diana del de siempre, de Erling Haaland. El noruego cazaba un servicio desde la derecha de Hazard para, de primeras en un remate marca de la casa, sumar su décimo tanto en solo nueve partidos en el campeonato alemán. La primera diana tras un parón de más de dos meses en las principales ligas europeas. A partir de ahí el dominio del Dortmund aún ha sido más manifiesto. Casi insultante. Y el golpe casi mortal lo ha asestado Guerreiro a menos de un minuto para el descanso. Brandt medía perfecto la incorporación del carrilero y le servía un balón en velocidad que el portugués enviaba al fondo de la red de tiro cruzado. Duelo casi finiquitado.

SENTENCIA SIN DESPEINARSE

El guión de la segunda parte poco o nada ha variado. Todibo se quedaba en el vestuario lesionado y el conjunto de Wagner, sin alma y sin argumentos para dar la vuelta al marcador, no ha imprimido una marcha más, sino que ha seguido a merced de un Dortmund muy cómodo. Tan cómodo y superior que ha logrado sentenciar a los dos minutos de la reanudación por medio de Hazard. Pérdida delicada en acción atacante del Schalke y contraataque de nuevo maravillosamente ejecutado por Brandt, uno de los hombres del partido, que ha servido al pequeño de los Hazard para que fusilara a Schubert. 47 minutos y el encuentro se ha convertido en un partidillo de entrenamiento entre un conjunto dominador y otro que tan solo se dedicaba a seguir el balón y esperar al pitido final. El 4-0 llegaba de nuevo por medio de Guerreiro, que definía genial de exterior tras asistencia de Haaland.

De ahí al final poco más. Monólogo, repaso y aviso de un Borussia Dortmund que se coloca momentáneamente a solo un puntito de un Bayern que tiene este domingo un difícil compromiso en Berlín en Der Forsterrei frente al Unión. Volvió el fútbol. El nuevo. Habrá que acostumbrarse.