El Dortmund se la pega en Leverkusen

El Leverkusen dio la sorpresa

Los jugadores del Leverkusen en una imagen de archivo / EFE

Albert Gracia

La bipolaridad del Dortmund empieza a ser desquiciante. Este equipo solo sabe jugar a una marcha. Cuando baja el ritmo, cae estrepitosamente. Incluso con el partido ya ganado. Es algo extraordinario. De tenerlo todo controlado, con ocasiones para matar al rival a hundirse con una facilidad pasmosa. El Dortmund vive en arenas movedizas. Siempre en una de cal y otra de arena. 

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Bundesliga

4
3
Alineaciones
Bayer Leverkusen
Hradecky; L. Bender, Tah, Tapsoba, Sinkgraven; Amiri (Dragovic, 89'), Sven Bender; Bellarabi (Weiser, 46'), Havertz, Diaby (Bailey, 71'); Volland.
Borussia Dortmund
Bürki; Akanji (Hazard, 87'), Hummels, Zagadou; Hakimi, Emre Can (Götze, 87'), Witsel, Guerreiro; Brandt (Reyna, 46'), Haaland y Sancho.

En el BayArena, volvió el Borussia más dramático, con un ataque que no merece una línea defensiva tan frágil. Al Leverkusen le bastó salir de la presión para crear el pánico y un nuevo rival demostró nuevamente que cuando se le aprieta a este equipo aparecen las carencias. Hoy no podía fallar si se quería meter de lleno en la lucha por la Bundesliga. Y lo ha hecho con la mejor versión de Sancho, que se marcó un auténtico partidazo que sirvió de bien poco. 

El inglés se puso el equipo a sus espaldas y dijo aquí estoy yo. El '7' se alió con todos pero se encontró demasiado solo sin Reus. Con el capitán de baja por lesión, Sancho cogió sus galones y el inicio fue un monopolio suyo. Suerte tuvo Hradecky que a Haaland le tocó jugar un partido más terrenal. Le falló la puntería al noruego. Favre quiso innovar con un Akanji tirado al lateral y dejando a Hakimi más arriba.

La presión del Dortmund estaba siendo asfixiante... Pero, ¿qué pasa cuando te sobrepasan? Pues que el cuadro de Favre es un coladero. Hummels estuvo lento, Akanji, inocente, y Volland que lo aprovechó para hacer bueno una asistencia en profundidad de Amiri y abrir la lata. Fácil y sencillo. Tres pases y a facturar. Así da igual que tengas talento para aburrir arriba. El equipo se construye por detrás y el Dortmund tiene tanto trabajo que hacer... Faltan fichajes, desde luego. 

El Dortmund, acostumbrado

El 0-1 no alteró los planes del Dortmund. Está acostumbrado a vivir en la locura. En hacer de los partidos auténticos giros salvajes de guión que no los firmaría ni el mismísimo Tarantino. Brandt pudo empatar en la jugada siguiente tras un error en la zaga del Leverkusen, que tampoco destacó por su fiabilidad atrás ni poniendo defensa de cinco.

Pero fue Hummels el que remató un saque de esquina para poner las tablas. El duelo cogió otro ritmo, algo más calmado. Todo lo calmado que puede ser un partido con dos equipos que disfrutan con el ida y vuelta. Parecía entrar en tierra de nadie pero Emre Can lo activó con un latigazo desde su casa que entró por toda la escuadra. Manos a la cabeza de los jugadores del Dortmund, que habían pasado de celebrar el 2-1 en fuera de juego de Diaby a maravillarse con ese golpeo.

Con el 1-2, Sancho siguió amenazando como le daba la gana y una nueva asistencia a punto estuvo de hacerla buena Witsel, pero su volea se fue alta. El Dortmund creía irse al descanso por delante pero una nueva jugada de estrategia equilibraría la balanza con el tanto de Volland. La defensa 'borusser', mirando.

En la reanudación, el mismo Sancho se encargó de volver a poner la diferencia. Dribló, cedió a Hakimi y el marroquí la devolvió para que el inglés batiera a Hradecky. Exhibición del inglés... Y del VAR, que anuló el tanto por una falta previa de Reyna, que en ningún momento intervino en la jugada. El propio estadounidense después mandaría un remate a la madera con 2-2.

Y Havertz respondía con otro disparo al palo. El partido estaba siendo un partidazo y Guerreiro le metió una marcha más para poner, ahora sí, el 3-2 tras una nueva combinación entre Hakimi y Sancho. Con el resultado a favor, el Dortmund decidió darle algo de pausa al partido y cedió el protagonismo. Craso error. Este equipo no está hecho para ello y terminó sucumbiendo. En apenas dos minutos Bailey y Lars Bender le dieron la vuelta al marcador. Tremendo. El Dortmund todavía tenía tiempo para reaccionar pero nada. Tres puntos más tirados. Qué pesadilla...