Historia SPORT

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Cinco goles para ser eterno

Lewandowski, con 35 tantos, está a solo cinco de igualar el récord de 40 goles en una misma temporada en Bundesliga que ostenta el mítico Gerd Müller

En declaraciones a SPORT, Lucas Barrios y Hernán Rengifo, excompañeros de Robert en el Dortmund y el Lech Poznan, nos hablan de cómo era el polaco antes de ser Lewandowski

Lewandowski sigue batiendo récords

Lewandowski sigue batiendo récords / PERFORM

Albert Gracia

Albert Gracia

Los récords no dejan de ser números presos en tiempo y espacio, captores de un protagonista cualquiera. Así lo vería cualquier persona al que el fútbol le interesara más bien poco. Luego están los que ven a este deporte como algo más. Entonces, los récords adquieren otra dimensión.

Los hay que se superan cada ciertos años, los hay que aguantan lustros y los hay que se mantienen durante décadas. Uno de estos últimos es el que aún tiene el eterno Gerd Müller, logrando anotar 40 goles en 34 jornadas de la Bundesliga, una marca inalcanzable para los mortales. A menudo los récords también nos sirven para eso, para saber quién era o cómo jugaba un futbolista que los más jóvenes no hemos visto en directo.

Hablábamos de lo extraordinario del récord del ‘Torpedo’, de algo que nadie había logrado igualar. Pero aquí aparece Lewandowski dispuesto a arrebatárselo. Tendrá a partir de este sábado cuatro partidos para anotar cinco goles y, como mínimo, igualarlo. Al polaco no le va a parar ni una lesión en su rodilla, como tampoco lo hizo aquel infortunio con apenas 17 años que le dejó fuera del Legia de Varsovia y a punto estuvo de costarle la carrera.

Se sobrepuso a ello para vivir del fútbol y ahora se va a recuperar a tiempo de una lesión de rodilla para tratar de batir el récord que ningún goleador ha osado tocar en 40 años en Alemania. Nadie pudo vaticinar que sería Lewandowski, un polaco, el encargado de intentar tumbar un récord germano.

A pesar de ello, hubo quien, más o menos, ya lo vio venir desde que destacara en el Znicz Pruszkow. Hemos conocido hasta la saciedad qué opinan sus actuales compañeros de los récords que está pulverizando, qué opinan otras leyendas del Bayern o a cuánto está de la marca de Gerd Müller.

Pero, ¿qué dicen los compañeros que conocieron al Robert antes de ser Lewandowski? ¿Cómo llegó hasta ser el alumno aventajado del Torpedo? Hernán Rengifo y Lucas Barrios, sin duda, fueron dos de los que lo conocieron cuando aún estaba por explotar.

"Era algo innato"

“Recuerdo una entrevista aquí en Perú en la que les digo a dos o tres periodistas, ‘hay un polaco que va a jugar en el Dortmund y que si se queda muchos años en la Bundesliga va a romper todos los récords’. No me equivoqué. Lo de Lewandowski era algo innato”, recuerda a SPORT como si fuera ayer Hernán Rengifo, el primer ‘9’ que compitió con el polaco cuando Robert empezaba en el fútbol profesional, con solo 19 años, allá por el 2008.

Lewandowski va a por el récord de Gerd Müller

Lewandowski va a por el récord de Gerd Müller / Albert Gracia

Competir, por decir algo. “No podíamos competir, él tenía que jugar sí o sí. Yo me conformaba con tirarle paredes, bajarle el balón… Formamos una buena sociedad, eso sí”, añade el peruano. Rengifo y Lewandowski coincidieron en el Lech Poznan de la Primera División polaca. Robert había llegado para quedarse.

Pero para entender a uno de los mejores ‘9’ del siglo XXI, hay que rebobinar, incluso, un poco más. Hasta el 2006. Con apenas 17 años, Lewandowski sobrevivió emocionalmente a la muerte de su padre y a una lesión que le apartó del Legia de Varsovia, que nunca confió en su recuperación total.

Empezaba la lucha incansable de Lewandowski, trabajador como el que más. Apartado del que fuera su equipo, el Znicz Pruszkow, de segunda polaca, lo rescató. “Nuestra gente responsable de encontrar jóvenes talentos me convenció de ir a verlo. ‘Escucha, hay que fichar a este chico’, me dijeron. Fui, lo vi una vez y lo fichamos”, relata Marek Śliwiński, presidente del club por aquel entonces.

Lewandowski se saldría en aquel equipo, obligando al modesto club a venderlo al Lech Poznan tras dos temporadas, donde se encontraría con Hernán Rengifo. Ya en el fútbol profesional, allí formaría una dupla letal con el peruano, aunque sus caminos no tardarían en alejarse. Tras una gran primera temporada, sobresalió en la segunda, siendo clave para que el equipo se llevara el título de Primera División de Polonia. 

Salto de gigante a Alemania

“Era un chico muy callado, que hablaba poco, pero hacia una cantidad de goles increíble. En el primer entrenamiento vi su primer control y dije ‘este es bueno’. No le hacía falta hablar mucho para darnos cuenta de que él estaba ahí. Siempre dispuesto a trabajar, pero con un talento innato. Todo lo que tocaba era gol”, recuerda con estupefacción Rengifo. Lewandowski empezaba a asomar la cabeza en Europa y el Dortmund, captador de talentos jóvenes por definición en los últimos tiempos, lo llamó a filas.

Los primeros meses no fueron como Robert se esperaba. Lucas Barrios era por aquel entonces el gran goleador del Borussia y uno de los grandes jugadores de la Bundesliga, así que el polaco le tocó saborear el banquillo. Fueron tiempos complicados, donde a Lewandowski le tocó lidiar con adjetivos como “debilucho” o “fallagoles”, desplazados a lo absurdo con el paso del tiempo.

Rengifo destaca el gen innato con el que nació para jugar al fútbol. Para Lucas Barrios, en declaraciones a SPORT, hay algo más que talento: “En el primer año no le tocó demasiado jugar, pero siempre esperó su oportunidad, se preparó y fue un jugador muy profesional. Luego tuvo la suerte que yo no tuve”.

Una maldita (bendita) lesión

La lesión de Barrios le abrió la puerta del éxito al polaco. Sin esa pizca de suerte y sin un Klopp que adoptó la figura de padre, nunca sabríamos si Lewandowski hubiera sido ‘Lewangolski’. Después de meterle cuatro al Madrid en la Champions y de ganar ligas con el Dortmund, Lucas se fue a China y Lewandowski al Bayern, donde marcaría una época.

Hasta hoy, el día en el que se prepara para cuatro partidos que dictaminarán donde estampa su nombre en la historia del fútbol alemán. Por detrás o por delante de Gerd, pero en Alemania el gol siempre llevará el apellido Müller. Quién sabe si Lewandowski le pondrá el nombre.