La Bundesliga se tiñe de rojo bávaro

El Bayern fue un ciclón

El Bayern fue un ciclón / AFP

Albert Gracia

Alemania sigue siendo territorio bávaro. Da igual que sea una de las peores temporadas del último lustro. El Bayern continúa reinando en la Bundesliga. Es la séptima consecutiva para un club acostumbrado a saborear el éxito. Les bastaba un solo punto ante el Eintracht pero Kovac decidió que había que despedir a Robben y Ribéry como se merecen. Victoria y título. El Dortmund no pudo obrar el milagro. 

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Bundesliga

5
1
Alineaciones
Bayern Múnich
Ulreich; Kimmich, Süle, Hummels, Alaba; Goretzka (Renato Sanches, 37'), Thiago; Coman (Ribéry, 61'), Müller, Gnabry (Robben, 67'); Lewandowski.
Eintracht Frankfurt
Trapp; Abraham, Hasebe, Hinteregger; Da Costa, Fernandes, De Guzmán (Haller, 46'), Gacinovic, Kostic; Rebic y Jovic.

Robben y Ribéry centraron todos los focos en la previa del encuentro. Dos mitos. Dos jugadores emblema del club que se despedían. Por alí también pasaba Rafinha, un actor de reparto que dejó brillar a los dos grandes protagonistas de la película. La doble 'R' deja paso a un equipo que ya sabe campeonar sin ellos. Robben y Ribéry, tras el homenaje, se sentaron a ver el espectáculo. Sus compañeros tenían preparada una gran actuación. 

El Bayern fue un auténtico vendaval en una primera mitad sobresaliente donde pudieron haber finiquitado el partido si hubieran convertido la mitad de las ocasiones de las que dispusieron. Coman adelantó a los bávaros en una de las primeras acciones ofensivas tras hacer buena una jugada de tiralíneas de toda la línea ofensiva. Coman, Müller, Lewandowski y Gnabry ofrecen espectáculo sea el rival que sea. Un potencial ofensivo incontenible para una zaga del Eintracht que debía lidiar con un tres contra tres en más de una ocasión.

El Bayern se convirtió en una máquina de atacar que tan solo Trapp lograba parar por momentos. Con sus intervenciones decisivas e incluso divinas, el meta alemán mantuvo a los suyos vivos hasta, al menos, la segunda parte. Y es que Müller, Gnabry, Lewandowski... Todos chocaron con el muro instalado por el cancerbero germano. Y con el larguero.

Lo que podía ser un 3-0 en los primeros 45 minutos terminó siendo un 1-0 que dejaba todo en el aire al descanso. A todo esto, el Eintracht, con su poderío ofensivo balcánico, no había disparado a la meta de Ulreich. Superioridad tremenda pero tocaba sentenciar más tarde. 

Haller desató los nervios

En la reanudación, Hutter dio entrada a Haller para buscar un cambio de guión. Y vaya si lo cambió. En su primer remate a portería aprovechó un cabezazo de Abraham al larguero para poner la rodilla y firmar las tablas. El Bayern se complicaba la vida cuando lo tenía todo bajo control. La falta de eficacia arriba le pasaba factura.

Pero si algo ha demostrado el cuadro bávaro en este 'sprint' final es que no baja los brazos. Y es ocho minutos más tarde, el Bayern ya ganaba por 3-1. Alaba y Renato Sanches se habían encargado de asegurar el título. Con el resultado tan favorable, Kovac decidió dar entrada a las dos leyendas. 

Robben y Ribéry tenían que despedirse con las botas puestas. Y vaya sí lo hicieron. El francés se encargó de sumarse a la goleada con un soberbio tanto yéndose de todos en el área y el holandés cerró la manita aprovechando el pase de la muerte de Alaba. Fiesta completa en el Allianz.