El Dortmund remonta gracias a Flekken

Los de Terzic caían por 1-0, pero un error del portero del Friburgo les trajo la victoria

Wolf sentenció el choque sobre el final del partido

Los jugadores del Dortmund celebrando la victoria

Los jugadores del Dortmund celebrando la victoria / EFE

EFE

Un error garrafal del portero Mark Flekken y el olfato del técnico Edin Terzic provocaron la victoria del Borussia Dortmund, que ganó 1-3 al Friburgo en un partido gris de la Bundesliga en el que estuvo contra las cuerdas durante gran parte del choque.

Friburgo-Dortmund 22/23

Bundesliga

1
3
Alineaciones
Friburgo
Flekken; Sildillia, Ginter, Lienhart, Gunter; Eggestein, Hofler; Doan (Kyereh, 85’), Sallai, Grifo (Weisshaupt, 85’); Gregoritsch (Petersen, 74’).
Dortmund
Kobel; Meunier (Wolf, 46’), Hummels, Schlotterbeck, Guerreiro; Dahoud (Brandt, 76’), Reus, Bellingham; Hazard (Bynoe-Gittens, 74’), Modeste, Malen.

El Dortmund sufrió muchísimo. En el minuto 76, perdía 1-0. El Friburgo, había hecho todo bien. No concedía oportunidades. Dominaba el choque por completo. Entonces, uno de los cambios afortunados de Terzic, Jamie Bynoe-Gittens, tras un disparo aparentemente intrascendente, se encontró con el regalo que lo cambió todo: Flekken dobló sus manos y la pelota entró en su portería.

Ese tanto, y la aparición de los jóvenes jugadores del Dortmund (el mismo Bynoe-Gitens, 18 años, o Youssoufa Moukoko, 17), cambiaron el destino del equipo de Terzic. Moukoko, y otra de las sustituciones del técnico serbio, Marius Wolf, desequilibraron por completo el choque con otros dos goles que acabaron de hundir al Friburgo.

El Dortmund, durante el acto inicial, apenas contó con la inspiración de Jude Bellingham y de Marco Reus. Arriba, Anthony Modeste sentó a Moukoko en el banquillo y tuvo una ocasión de oro que Erling Haaland no habría desperdiciado. Al principio, en una combinación con Reus a los 22 minutos, se encontró con el cuerpo de Mark Flekken en un mano a mano que podría haber sido decisivo.

Sin embargo, Modeste no dio en la diana y su equipo, que aún resistía en el toma y daca, acabó engullido por su rival, que comenzó a acumular oportunidades. Las más claras, aparte del tanto de Gregoritsch, fueron para Grifo y Sallai. El acoso fue tal, que el Dortmund agradeció el final de la primera parte.

Pero no se libró del gol de Gregoritsch. Dos, fueron los culpables. Uno, como no, Gunter, que puso el centro desde la banda izquierda que prolongó Matthias Ginter. Y, el otro, Hummels, incapaz de frenar a Gregoritsch, que sin mucho esfuerzo tomó su posición y, con un certero testarazo, abrió el marcador.

La vuelta al césped tras el paso por los vestuarios no trajo cambios. El Friburgo continúo con su acoso y el Dortmund bastante hacía con resistir las embestidas de su rival. Kobel salvó los muebles con una buena intervención a un disparo de Sallai. Su seguridad, permitió a sus compañeros seguir con vida a falta de veinte minutos.

Nada hacia presagiar una reacción del Dortmund, incapaz de acabar con la férrea defensa del Friburgo. Sólo un error o una acción individual podía cambiar el destino del choque. Y, ésta, llegó. La provocó Bynoe-Gittens el zurdazo que lo cambió todo. Flekken hizo su pifia y se desató la tormenta.

El Dortmund, de casualidad, tras ese regalo inesperado, respiró aliviado, Y aún tenía tiempo para dar otro golpe. Olió la sangre y fue a rematar. El error de Flekken afectó al Friburgo, que hincó la rodilla con el tanto de Moukoko tras una gran combinación entre Bynoe-Gittens y Julian Brandt. Wolf, poco después, se unió a la fiesta y firmó un 1-3 excesivo que castigo a un gran Friburgo hundido por el error de su portero.