El Leipzig remonta y tumba al Bayern con justicia

Sandro Wagner pelea por un balón con un rival.

Sandro Wagner pelea por un balón con un rival. / EFE

C. F. Sainz

Todo le ha salido mal esta jornada al Bayern Múnich. Necesitaba que Schalke y Borussia Dortmund no ganaran sus encuentros y vencer al RB Leipzig para proclamarse campeón de la Bundesliga y ocurrió todo lo contrario: vencieron sus perseguidores más inmediatos y cayó en el Red Bull Arena Leipzig (2-1).

Los bávaros jugaron un mal encuentro, estuvieron dominados durante todo el partido por un RB Leipzig mucho más intenso y cayeron con total merecimiento por un resultado que pudo ser mayor.

Tras unos minutos de tanteo y sin dominador claro, el Bayern Múnich se puso por delante en la primera llegada del encuentro. Un centro de James Rodríguez fue cabeceado al fondo de las redes locales por Wagner. A partir de ahí, los locales dieron un paso al frente y los de Heynckes se dedicaron a aguantar.

El RB Leipzig apretaba y cerca estuvo de llegar el empate en un balón largo que no acertó a despejar la zaga bávara y que dejó solo a Poulsen ante Ulreich, pero el cancerbero adivinó la intención del atacante, que quiso pasarle el balón por encima. Los locales dominaban y jugaban en campo rival; Bruma tuvo el empate en sus botas en una falta desde la frontal en la que Ulreich volvió a resultar salvador sacando una gran mano para despejar el esférico a la esquina.

Continuaba el RB Leipzig llevando peligro a la meta rival y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Naby Keita igualó la contienda en el 37’ tras un despeje de la zaga del Bayern a tiro desde cerca de Werner.

Los locales impusieron su mejor juego sobre el verde tras la reanudación. De este modo, en el 56’ llegó el premio y el tanto que hacía justicia en el marcador con un tiro cruzado de Werner que superó a Ulreich. Cuatro minutos más tarde, el propio Werner pudo ampliar la ventaja en una jugada en la que eran cuatro para tres; fue egoísta, se la jugó él y, tras un recorte sobre un zaguero, acabó disparando fuera.

Quedaba media hora y el Bayern Múnich no había dicho su última palabra. Hummels estuvo cerca del empate con un tiro desde el interior del área, pero Gulacsi lo evitó mandando el cuero a la esquina con una gran parada. Más adelante Vidal, tras un centro desde la derecha de Kimmich, cabeceó incomprensiblemente arriba en el segundo palo.

Lo intentó el Bayern Múnich en la recta final del duelo, coincidiendo con la entrada de Lewandowski al tapete. Pisaba el área rival, aunque las oportunidades no llegaban. El RB Leipzig aguantó -aunque con sufrimiento, puesto que el colegiado tuvo que acudir al VAR para descartar el penalti en unas manos locales en el interior del área a falta de cinco minutos para la conclusión del choque- y se llevó los tres puntos de manera justa.