El Bayern perdona en el derbi y encadena dos pinchazos seguidos

Lewandowski lo vuelve a hacer

 El delantero del Bayern de Munich marcó el primer tanto del encuentro ante el Augsburgo / Perform

Andrés Fernández

El inicio de Bundesliga está siendo una auténtica montaña rusa para el Bayern. El siempre fiable equipo muniqués tropezó este sábado por segunda jornada consecutiva, esta vez ante un Augsburgo que supo esperar a que amainara el temporal para no marcharse de vacío del derbi bávaro (2-2). 

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Bundesliga

2
2
Alineaciones
Augsburgo
Koubek; Lichsteiner, Jedvaj, Uduokhai, Max; Khedira, Oxford (Jensen, 62'), Morávek; Vargas, Richter (Córdova, 82') y Niederlechner (Finnbogason, 68').
Bayern
Neuer; Pavard, Süle (Alaba, 12'), Javi Martínez, Lucas Hernández; Kimmich, Thiago, Coman; Gnabry (Goretzka, 86'), Coutinho (Müller, 80') y Lewandowski.

La octava jornada seguida con gol de Lewandowski y un nuevo destello más de Gnabry no fueron suficientes para un Bayern despistado y sin esa histórica y hoy por hoy anhelada capacidad de machacar a su rival en el momento preciso.

Peor inicio imposible para el Bayern en el duelo regional. A los 29 segundos de juego, su ex canterano Marco Richter, según le cayó en el área chica, la llevó al fondo de las mallas ante la atónita mirada de Neuer. Un golpe que pudo ser doble si el propio Richter hubiera aprovechado después otro balón en el área, pero esta vez lo envió fuera.

Una acción que dejó en la estacada a Süle, lesionado y seguramente de gravedad. La entrada de Alaba insufló aire fresco al ‘coco’ germano, y los de Niko Kovac se repusieron haciendo uso del de siempre. Robert Lewandowski peinó un centro sin aparente daño de Gnabry, y con la colaboración de un manso Koubek, consumó su gol número 12 en ocho jornadas, habiendo marcado en todos y cada uno de los partidos del Bayern esta temporada en las tres competiciones. Desde agosto lleva el polaco 16 dianas con su equipo y 20 a nivel personal si contamos los duelos de selecciones… casi nada.

Gol, perdón, despiste y mazazo

Gol, perdón, despiste y mazazoCon el siempre acuciante peligro del pichichi de la Bundesliga, en estado de gracia, los de Martin Schmidt dieron un paso atrás y no lo pagaron caro de milagro. Gnabry, a centro de Alaba, se acomodó y remató con mucha intención acomoda para llevar el esférico a la madera. Sin tiempo para darle un bocado al bratwurst, Thiago desperdició otro balón franco en el área. El Augsburgo dio la contrarréplica con un Richter omnipresente y hambriento.

Lejos de repetir su pésimo arranque de partido, el conjunto muniqués cargó pilas y afiló armas al descanso para asediar sin paliativos el área de su rival. De primeras se puso ya 1-2 con un golazo de Gnabry al más puro estilo Arjen Robben. Inició por la derecha a pierna cambiada, fue dejando rivales atrás con la finta y el amago para tirar, y en el balcón del área la colocó lejos del alcance del meta augsburgués. Con la remontada completa, el vendaval. En 15 minutos pudieron llover goles como churros, una tromba y un despliegue ofensivo imposible de aguantar para los pupilos de Martin Schmidt. Un remate de Coutinho a bocajarro, un tiro cruzado de Alaba, un testarazo de Lewandowski y un nuevo intento de Gnabry amedrentaron a un Augsburgo que depositaba su fe en Koubek para seguir vivo en el WWK Arena.

Y de tanto ir el cántaro a la fuente que éste se rompió. Siguió perdonando el Bayern, siguió esperando el Augsburgo. Una historia más vieja que el respirar que volvió a cobrar sentido en el tiempo de prolongación, en una incursión por la derecha de Córdova que Finnbogason acabó empujando a la red. Cara de póker en los de Kovac, que llevan ya dos pinchazos consecutivos, y punto con sabor a gloria para un Augsburgo que solo ha ganado un punto en lo que va de Bundesliga.