Antony nos engañó a todos

Las cifras engañan. Muchísimo. En el Manchester United, Antony parecía un 'juguete roto'. Muy poco (o nada) quedaba de aquel extremo maravilloso y 'juguetón' que enamoró a Europa en el Ajax. Casi 100 millones de euros pagaron los red devils en 2022 para llevárselo a Old Trafford. Cuatro partidos con el Real Betis le han bastado para demostrar que sin confianza no se va a ningún sitio.

Los duros inicios de Antony: drogas, armas y cadáveres en la favela

Llegar y besar el santo. Era muy complicado caer más de pie en el Villamarín. Antony llegó el Betis en el mercado invernal como un 'corderito', frágil e inofensivo. Venía de marcar 12 goles y repartir cinco asistencias en 96 partidos con el Manchester United, registros muy pobres y que no asustaban a nadie. En sus últimos 20 duelos, solo marcó dos dianas.

Nadie sabía qué esperar exactamente del brasileño. Algunos, acertadamente, vaticinaron que venía a demostrar al mundo que, si confía en si mismo y en el proyecto, es más bien un lobo capaz de destripar defensas a su antojo. Otros, le daban por 'muerto', asegurando que venía a Sevilla a alejarse de Manchester y a disfrutar de unos cuantos meses de buen clima.

Cuatro partidos son suficientes

En cuatro partidos (realmente fueron dos), Antony enamoró a todos los béticos y cerró muchas bocas. Debutó ante el Athletic Club el pasado 2 de febrero, sin gol ni asistencia, pero ya dejó varias muestras de su calidad y sus ganas de comerse LaLiga. Por ello, pese a que su equipo empató (2-2) y no completó el choque entero (72 minutos), fue elegido MVP.

Desde entonces, se quitó del todo la piel de cordero y empezó a acumular goles, asistencias y trofeos de MVP. Con su golazo contra la Real Sociedad, el primero de un 3-0 incontestable, y su asistencia a Marc Roca en el tercero, su primera con el Betis, Antony acumula tres partidos seguidos marcando. Sin embargo, sus datos son aún más impactantes.

En cuatro partidos (tres de liga), el atacante paulista ha marcado tres tantos y ha dado un pase de gol y ha sido elegido como el mejor jugador del partido en cada duelo del torneo doméstico que ha jugado (3). Si la Giralda presume orgullosa de ver al Sevilla en el Pizjuán, también lo hará, sin duda, de ver a un supertalento como Antony en el Villamarín.

¿Futuro en el Betis?

Antony no lo ha tenido fácil. Nunca. El fútbol le sacó de un entorno de pobreza y criminalidad, del que nunca ha querido olvidarse, ya que ese duro pasado le ha llevado a ser la persona que es hoy en día. Un luchador, pero que necesita confianza para brillar. Le costó despuntar en São Paulo, destacó en el Ajax como pocos y perdió la sonrisa en el Manchester United. Ahora, no hay dudas con el brasileño: es un extremo letal.

Ese cordero que vino al Villamarín en busca de un refugio temporal ha demostrado que realmente era un lobo muy peligroso, y está más feliz que nunca en el Betis. De nuevo, volvió a repetir el mismo discurso: "Aquí estoy muy feliz. Las cosas salen de manera natural. Lo más importante es esto". ¿Se pueden ilusionar los béticos con su continuidad a final de curso?