En el cadete ya era un especialista

"¿Y tú?¿No chutas?"

Messi observaba sentado los libres directos de Ronaldinho y Deco cuando terminaba el entrenamiento. Tito Vilanova le animó para que lanzara las faltas en la etapa de Pep

D.Peyret

"Me acuerdo de Leo viendo a Ronnie y Deco lanzar faltas al final del entreno y quedarse sentado”. Juan Carlos Unzué aún recuerda los primeros pasos de Messi en el primer equipo y su respeto por las jerarquías de entonces. “Era muy observador y tomó esa decisión. Le preguntabas: "¿Y tú? ¿No chutas?" y te respondía que no”.

'La Pulga' entendió rápidamente que no era su momento, aunque no perdió detalle de Ronnie, el jugador con mayor variedad de golpeo en la plantilla. El brasileño la ponía en los dos palos. Por debajo la barrera. Por arriba. Fuerte. Colocada.

Leo por entonces tenía en la banda derecha su zona de influencia y el suyo era un juego de eslalons a menudo acelerado. No se prodigaba, el argentino, en los libres directos. La llegada de Guardiola dio una nueva dimensión al futbolista en todos los sentidos. El técnico convirtió a 'La Pulga' en el centro de operaciones del Barcelona como falso nueve y atendió los consejos de Tito. El entonces segundo recordó a Pep que en el cadete 'La Pulga' lanzaba las faltas del equipo junto a Cesc.“Tito lo hablaba con Leo. Le decía que le pegara. Le animó a lanzarlas. En los últimos tiempos se le veía entrenarlo más”.

Con Pep fue ganando confianza en la práctica. Jorquera y Pinto eran las principales víctimas de 'La Pulga', que entiende las jugadas a balón parado como una espléndida oportunidad para ponerse a prueba. En ocasiones incluso le gusta ponerse de portero en alguna sesión. “Messi no hace nada sin competir. No necesita jugarse nada para motivarse. Él tiene una gran autoexigencia. Es interesante verle lanzar las faltas. No necesita coger mucha carrera y tiene una gran precisión. La clave es su cabeza, cree muchísimo en él y ahora se está viendo en las faltas”, explica.

A estas alturas parece difícil intuir hasta que punto podrá seguir evolucionando Leo. En cada curso sorprende con alguna mejora. “Siempre nos gusta practicar en los entrenamientos estas situaciones y hoy he tenido la suerte de marcar”, aseguró tras el clásico. El argentino ya le ha marcado dos goles de falta a Casillas esta temporada. El primero en el Bernabéu en la Supercopa. El último con una rosca espléndida en el Camp Nou. También con Argentina ha marcado a balón parado este curso. Hasta ahora Leo no parecía capaz de competir con jugadores como Rivaldo, Ronaldinho o Koeman, futbolistas que en su día marcaron época a balón parado.

El arranque de curso del argentino sin embargo vuelve a poner en entredicho la lógica con el argentino. En los últimos años se puso en duda su juego de cabeza y el argentino desmintió a sus críticos con algunos tantos de leyenda como ante el United en Wembley, donde se sostuvo en el aire antes de batir a Van der Sar. Tampoco nadie se atreve ya a criticar su pie derecho, el menos bueno, el mismo con el que ha marcado tantos espléndido de vaselina. “No sabemos dónde están los límites de Leo. No volveremos a ver un jugador como este”, avisa Tito.