Xavi Vilajoana: "Pensé en dimitir, pero antepuse el Barça"

Vilajoana, precandidato a la presidencia del Barça: "Me gusta mirar hacia adelante, no perder el tiempo con reproches"

Vilajoana, precandidato a la presidencia del Barça: "Me gusta mirar hacia adelante, no perder el tiempo con reproches" / EFE

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El precandidato a las elecciones del FC Barcelona Xavier Vilajoana pensó en dimitir durante el mandato de Josep Maria Bartomeu, en el que fue el directivo responsable del fútbol formativo y del Barça Femenino, pero siempre antepuso lo que podía aportar al club y por eso decidió seguir hasta que la junta directiva al completo dejó la entidad el 27 de octubre.

Así lo explica en una entrevista el ex jugador del plantel azulgrana y del primer equipo de fútbol sala.

¿Por qué falló la política de gastos en el Barça durante los últimos años?

Siempre he sido partidario de que, al llegar a los 31 años, los contratos de los jugadores sean muy cortos y se priorice la remuneración variable. Lo que no puede ser es que los ingresos de un jugador que está de bajada vayan subiendo. Prefiero perderme un año muy bueno de un jugador que quedármelo por obligación durante tres años. Y cuando ese momento llegue tú debes tener muy claro cuál será su recambio procedente de La Masia.

Algo que no se ha hecho durante el mandato de Bartomeu.

Uno de los motivos que me han llevado a querer ser presidente es el propósito de llevar al primer equipo la coherencia y la continuidad en los métodos que he conseguido introducir durante los últimos tiempos en el fútbol base. Y todo empieza por reforzar al entrenador del primer equipo. Hay que dejarle claro que su puesto no peligrará por culpa de apostar por la cantera y que por obligación deberá apostar por ella, aunque después tendrá la libertad para escoger los jugadores en concreto.

¿La Masia debe ser una manera de solventar la situación económica actual del club?

 Para mí la política económica es una consecuencia de la política deportiva. Aunque después hay aspectos inesperados como una pandemia.

Últimamente en muchos casos ha sido al revés. La política deportiva ha sido una consecuencia de la política económica.

Sí, y por eso me he cabreado. Hasta que no echamos a Pep Segura (el director general del 2017 al 2019) tuve muchas discusiones con él. A final de año, era yo el que pasaba un informe sobre la situación en el fútbol base y advertía, por ejemplo, que en edad cadete se nos iban muchos jugadores. En cambio, esta temporada, la primera en la que yo he podido decidir en este sentido, hemos renovado al 95% de la generación del 2004 y siete de los jugadores han subido directamente al juvenil a pesar de tener tan solo 16 años.

¿Quién apostó por Pep Segura?

Fue una decisión del presidente Bartomeu y del vicepresidente deportivo Jordi Mestre. Pero mis primeras discusiones con él empezaron antes, cuando entró como responsable del Barça B y el juvenil. Me encontraba un muro.

¿Por qué usted no dejó el club ante esta situación?

Porque me apasionaba el trabajo que estaba haciendo y porque veía que en mis parcelas la cosa funcionaba. Si me iba, dejaba al club colgado. Pensaba en los compañeros que podían coger mi responsabilidad y se me ponían los pelos de punta. Si me hubiese marchado, hubiese antepuesto lo que a mí me convenía al club. Yo fui quien le propuse a Bartomeu separar todo el fútbol base del primer equipo, porque el fútbol base se estaba hundiendo. Me compró la idea y eso fue el principio del fin de Pep Segura en el club. Si me hubiese ido, quizá Pep Segura aún estaría en el Barça.

¿Tampoco pensó en dimitir después del 'Barçagate' junto con los seis compañeros que se fueron?

Claro que lo pensé, pero llegué a la misma conclusión. Cuando se fueron mis seis compañeros, Bartomeu me propuso hacerme cargo del Barça B y el Femenino. Llevaba cuatro años luchando para lo que considero bueno para el fútbol base y lo vi como una oportunidad para seguir aportando. Además, fue en plena pandemia y mi marcha obligaba a la junta a buscar otro directivo para cumplir el mínimo. Sin mí, quizá no hubiesen seguido los cadetes.

¿Cuándo decidió que quería ser presidente?

Me di cuenta de que mi proyecto estaba inacabado, que quería extender hasta el primer equipo todo lo que había hecho hasta ahora. Y no hay mejor manera de hacerlo que desde la presidencia. Si soy el presidente asumiré la responsabilidad de todo lo que suceda en el club. No te puedes escudar en que no sabías algo. Si eres el presidente te has de encargar de saberlo todo, o como mínimo de tener las personas que te informen de todo. Yo había muchas decisiones que me las encontraba tomadas y quien se tiene que encargar de que estas cosas no sucedan es el presidente.

¿Le molestó que Bartomeu escogiera en enero a Emili Rousaud como su delfín?

Yo tenía mi opinión particular sobre Rousaud y no hubiese sido el presidente al que yo hubiese votado. Hay momentos en la vida en que se producen hechos que te llevan hacia una decisión o hacia otra. Y esta decisión fue uno de los motivos que provocó que decidiera presentarme.

¿Considera a Bartomeu presidencialista?

Sí, en general todos los presidentes del Barça lo han sido. Pero debes tener unos compañeros de junta que sean de tu máxima confianza para que desde el minuto 1 te digan lo que creen y lo que piensan. He vivido muchas juntas directivas y he visto cómo mucha gente tan solo decía lo que el presidente quería escuchar. Si tú a una persona buena le das mucho para abarcar lo conviertes en un competentemente incompetente.

Esta falta de relevancia de algunos directivos se contradice con que el aval lo tengan que poner entre todos.

En el caso de mi precandidatura no es así. He estado en diferentes directivas y los ejercicios acumulados de la gestión tienen beneficios. Es decir, que puedo escoger la gente válida y profesional que conozca el club sin tener en cuenta el dinero que tienen el bolsillo. Los otros precandidatos no han vestido esta camiseta en el terreno de juego, no han estado en diferentes ámbitos con tres juntas directivas (Laporta, Rosell y Bartomeu) y no tienen la posibilidad de ser independientes.

¿Por qué?

Por el tema del aval. Detrás de todos, hay dos, tres o cinco personas que ponen 150 millones de euros. Esto no te hace completamente independiente. Costará mucho que tomen decisiones sin preguntar qué le parecen a quien ha puesto el dinero.

¿Y la independencia política? ¿Usted es de los que creen que la Generalitat intenta meter mano en el club?

No tengo ni idea, porque no he hablado con nadie de la Generalitat.

El mismo Bartomeu criticó a la Generalitat el día de su dimisión, porque esta iba a permitir la celebración del referéndum del voto de censura en plena pandemia.

Esto ha sido una mala gestión, pero en global. No adscrita únicamente al Barça. Y no digo que sea fácil gestionar una pandemia, pero a toro pasado hay muchos claroscuros.

¿Entonces, no le ve ninguna mala intención?

No tengo ni idea. Quiero pensar que nadie tiene mala intención.

¿Le sorprendió que la primera decisión de la Comisión Gestora fuese prescindir de Jaume Masferrer?

No.

¿Por qué?

El señor Masferrer estaba adscrito a la presidencia y, en el momento que se va el presidente, sus funciones pasan a ser cero. No tenía sentido que siguiera.

¿Es partidario de replantear el Espai Barça?

Lo que está claro es que el motor de generar ingresos será el Camp Nou, y ahora mismo se está cayendo. Necesita una remodelación ya. Generará unos nuevos activos muy importantes. Hay que ver lo que cuesta y cómo pagarlo y plantearle al socio la situación actual. Ya ha pasado mucho tiempo desde el referéndum y la aprobación de la Asamblea.

¿Es partidario del planteamiento de financiación con Goldman Sachs?

Gente muy entendida en el tema me ha comentado que la estructura financiera como tal es buenísima. No hipoteca el club. Te dejan un dinero a cambio de futuros ingresos. Otra cosa es plantearse si es necesario coger los 800 millones de préstamo o quizá en un primer momento sean suficientes 300 para remodelar el Camp Nou. El Espai Barça tendrá que andar en función de la repercusión económica y de las capacidades que tenga el club. Y, al final, la decisión será del socio.

¿Koeman debe seguir como entrenador del primer equipo?

Sí. Hace poco que es el entrenador pero ya ha demostrado que es valiente y que no le caen los anillos por apostar por gente joven.

¿Y qué hay que hacer con Messi?

Sentarse con él cara y cara y escucharle. Lo que tengo claro es que el día que se vaya Messi, que espero que sea dentro de mucho, debe ser con honores. Porque es y ha sido el mejor jugador de la historia del fútbol.

¿Usted recuperaría a Neymar?

Con el equipo que tenemos ahora mismo, no. Aunque, por mucho conocimiento futbolístico que yo tenga, soy de los que le gusta consensuar las decisiones.