Xavi no se toca

Decepción absoluta. Y tristeza. Estas son las sensaciones que embargan a la junta directiva del Barça tras la 'semana trágica' vivida con la eliminación virtual de la Champions y la dolorosa derrota en la Liga ante el Madrid.

El KO en el clásico fue un mazazo doblemente duro tras el empate ante el Inter, pero la confianza en Xavi Hernández y su proyecto sigue intacta. En el club esperan una rápida reacción en los dos partidos ligueros de esta semana en el Camp Nou: el jueves contra el Villarreal y el domingo ante el Athletic.

Laporta está muy enfadado. Y se siente impotente. Considera que ha hecho todo lo posible para construir un equipo competitivo. Se han invertido más de 200 millones de euros en fichajes y se han tenido que activar hasta cuatro palancas financieras para reconstruir la plantilla.

La apuesta por la revolución ha sido total. Pero los resultados, en los momentos decisivos, no acompañan. En el club se cree que, tras el parón de selecciones, el equipo ha caído en picado (dos victorias por la mínima, un empate y dos derrota en cinco partidos) y no hay respuesta.

Laporta sigue confiando en el proyecto deportivo

Xavi sigue siendo intocable porque se le considera el entrenador mejor preparado para afrontar la profunda transformación del Barça. Pero el nivel de exigencia debe subir en todos los aspectos. Deben jugar los que más se lo merecen, hay que tomar decisiones definitivas con los capitanes y, sobre todo, hay que ofrecer una mejor imagen en los partidos grandes. Laporta sabe que el técnico está trabajando intensamente en este proceso y que necesita tiempo para llevar a cabo su nuevo proyecto.

Solo se han disputado 13 partidos oficiales (9 de Liga y 4 de Champions) y aunque en la Copa de Europa la eliminación ya es un hecho a mediados de octubre, en la competición liguera todavía hay mucho camino por recorrer. En el Bernabéu se perdió el liderato, no el título. Y se espera que en las próximas semanas, antes del nuevo parón por el Mundial, el Barça recupere su mejor nivel para alzar el vuelo nuevamente en la Liga.