Milan - Barça

Xavi, contra el club que quiso cambiar su destino

El Milan le ofreció una cantidad irrechazable en 2000, pero el ‘6’ del Barça apostó en blaugrana. "Nunca me vi allí, no hubiera encajado bien", dice

J. Giraldo

 Cada partido que enfrenta a Barça y Milan invita a un ejercicio de hipótesis futbolística: ¿qué habría pasado si Xavi Hernández hubiese aceptado la jugosa oferta que en el año 2000 le planteó el Milan? Por entonces, el club rossonero, próximo rival del Barça en el partido decisivo del grupo H de la Champions, puso encima de la mesa una propuesta difícilmente rechazable por Xavi: 250 millones de pesetas anuales durante cinco años, una casa, un trabajo para su padre como entrenador del equipo `primavera¿, el filial del Milan, y un número ilimitado de billetes de avión. Adriano Galliani, que se reunió con el padre de Xavi en un hotel, fue el mensajero del Milan.

El destino parecía empujar a Xavi hacia San Siro, pero el centrocampista de Terrassa apostó por el Barça. “La verdad es que nunca me vi allí”, explica con un punto de satisfacción indisimulada por una decisión que por entonces pudo parecer extraña, “creo que mi fútbol no encajaba demasiado con el estilo que tenían en Italia y sinceramente, creo que nunca hubiera estado del todo a gusto allí”.

Desde entonces, a Xavi le ha motivado doblemente jugar ante el Milan, por más que aquel debate familiar (su madre, Mercè, llegó a insinuar a su padre, Joaquim, que se divorciaría si Xavi, que entonces tenía 19 años, abandonaba su sueño de triunfar en el Barça para jugar en el Milan) ya forme parte de la historia.

“¡Qué va, qué va, ya no lo pienso nunca! Pero si han pasado casi quince años, ¿no?”. En realidad son once, pero la confusión de Xavi retrata lo bien que le ha ido en el Barça desde entonces.

San Siro espera al equipo blaugrana el miércoles, un estadio que inspira grandes recuerdos en Xavi. “Especialmente aquel 0-1 con gol de Giuly”, un partido en el que no pudo participar porque aún se recuperaba de la única lesión grave de su carrera, “pero también una derrota por 1-0 en 2004, jugamos un partidazo y acabamos perdiendo”.

Xavi también vivió en el campo aquel mítico 3-3 con un espectacular `hat trick¿ de Rivaldo. “San Siro es un campo histórico y siempre da gusto jugar allí, es el tipo de partido que nunca te quieres perder y en el que se respira historia por todos lados”, explica.

En juego estará la primera plaza del grupo, un premio menor en comparación con el que suele estar en juego cuando Barça y Milan se cruzan, pero relevante para acudir al sorteo de los octavos de final con más garantías. “Es importante pasar como primeros de grupo y por eso vamos a Milán a intentar ganar el partido. Tampoco sabemos jugar a otra cosa que no sea buscar la portería rival, así que en ese sentido nuestra intención está clara”.