El Wanda debe ser el trampolín de Griezmann

Un mes después, Griezmann vio la luz

Otra conexión Messi - Griezmann: así marcó el francés un més después de la última vez / MEDIAPRO

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El partido contra el Borussia Dortmund puede suponer la rampa de lanzamiento definitiva del francés Antoine Griezmann. El delantero necesitaba reivindicarse después de haber protagonizado un inicio bastante gris en el FC Barcelona, y su gol ante el equipo alemán puede ser el trampolín que necesitaba para acabar de una vez por todas con todos los fantasmas. El próximo escenario tiene suficiente empaque para que Griezmann destape el tarro de las esencias y vuelve a ofrecer su mejor versión. El Wanda Metropolitano le espera de uñas, pero Griezmann lo sabe y tiene marcada la fecha del 1 de diciembre en su calendario particular desde hace tiempo.

Griezmann está necesitando más tiempo del previsto para aclimatarse a un nuevo hábitat, pero la conexión y la complicidad que ha construido poco a poco y con esfuerzo con el argentino Leo Messi y el uruguayo Luis Suárez le puede ayudar a dar el último paso y a romper de una vez por todas esa barrera imaginaria. Ante el Dortmund quedó demostrado que Messi está dispuesto a hacer todo lo posible para ayudarle. El crack argentino le buscó y al final le encontró, sirviéndole una asistencia marca de la casa que permitió que Griezmann se sacase la espina después de haber permanecido más de un mes sin ver portería. Su último gol databa del pasado 19 de octubre ante el Eibar. En los seis partidos siguientes el francés no pudo marcar, pero su mala racha acabó el miércoles gracias a la enorme generosidad de Messi.

obstáculo

Y eso que para Griezmann el partido contra el Borussia Dortmund se presentaba a priori como un obstáculo. Ernesto Valverde, entrenador blaugrana, le dejó en el banquillo de salida por tercera vez desde que empezó la temporada en beneficio de Ousmane Dembélé, pero la lesión de su compatriota le abrió el camino hacia el protagonismo. El pesimismo inicial ha dejado paso al optimismo y Griezmann afronta ahora el partido contra sus ex compañeros con las baterías recargadas y el ánimo recobrado. No hay nada mejor que sentirse importante y comprobar que gente como Messi y Luis Suárez están dispuestos a ayudarte todo lo posible. Es la señal que significa que Griezmann ya está integrado y que todo debe ir a mejor a partir de ahora.

Griezmann sabe perfectamente lo que le espera este domingo en el Wanda Metropolitano, aunque también tiene claro que la hostilidad no será tan elevada a pie de césped, donde tanto el técnico colchonero, Diego Simeone, como sus ex compañeros le recibirán y le despedirán sin duda con el cariño del que se hizo acreedor durante su larga etapa colchonera. Al margen del componente anímico de la cita, el delantero también es consciente de que el duelo ante el Atlético se presenta para él como una excelente oportunidad para confirmar las buenas sensaciones con las que acabó el duelo contra el Dortmund.

brotes verdes

Esos brotes verdes deben tener continuidad en Madrid. Griezmann ha empezado a conectar con Luis Suárez y Messi, y no hay mejor escenario para confirmar que ya se ha producido ese esperado punto de inflexión que el Wanda Metropolitano. Un partido exigente es el mejor marco para que los cracks den un paso al frente y aparezcan. 

Griezmann suma ya diecisiete partidos con la camiseta blaugrana, aunque su producción ofensiva (cinco goles en la Liga y otro en la Liga de Campeones) aún no está al nivel esperado. Ante el Atlético de Madrid tendrá una nueva oportunidad de demostrar su conexión con sus compañeros de tridente. La lesión de Dembélé le ha abierto de par en par las puertas de la titularidad.