Wagué se va cedido al Niza

Wagué, firmando su comtrato

Wagué, firmando su comtrato / TWITTER

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Moussa Wagué se convirtió en la última salida del mercado de invierno en la plantilla del Barça. El lateral senegalés no entraba en los planes de Quique Setién y el club blaugrana cerró con el Niza una cesión que incluye una opción de compra.

La operación se concretó en las horas previas al cierre del mercado invernal, después de que el West Ham irrumpiera con fuerza para intentar llevarse al joven futbolista. El Torino y el Leganés también habían tanteado su incorporación, pero el pulso lo ha acabado ganando el conjunto francés. El equipo que dirige Patrick Vieira, instalado en la duodécima posición de la Ligue 1, aparece como una buena opción para que Wagué adquiera experiencia.

El joven lateral senegalés aterrizó en el Camp Nou en verano del 2018, después de convertirse en el africano más joven en marcar un gol en un Mundial. Fue contra Japón y lo hizo con 19 años y 263 días. El Barça pagó tres millones por su fichaje y Wagué se incorporó al Barça B con la vitola de crack del futuro.

Pasado un año y medio, el senegalés solo ha participado en seis partidos con el primer equipo, en los que ha acumulado 406 minutos.

El pasado curso, siendo aún futbolista del filial, jugó tres partidos de Liga, contra Huesca, Celta y Eibar. Esta campaña, ya a todos los efectos como jugador del primer equipo, ha participado en otros tres partidos, contra el Leganés, en LaLigaSantander, y el Borussia Dortmund y el Inter, en la fase de grupos de la Champions League.

Lo más decepcionante para el futbolista es que este curso solo ha entrado en cinco de las 26 convocatorias restantes. A todo ello hay que sumar las escasas opciones que se le presentaban de revertir su situación.

Wagué tiene por delante a Nelson Semedo y Sergi Roberto, pero lo más importante es que no ha contado con la confianza de los dos entrenadores que han pasado por el banquillo del Camp Nou. Con Ernesto Valverde su papel no pasó de residual y con Quique Seitién no apuntaba a que las cosas fueran ir precisamente a mejor para sus intereses. Prueba de ello es que el entrenador cántabro no ha puesto ninguna oposición a su salida.