Vuelve el fútbol, juega el tridente

El Barça entrenó antes de viajar rumbo a Eibar

Marta Fernández

Dídac Peyret

Dídac Peyret

A 431.17 km de distancia de la convulsión política que se vive en Barcelona se jugará hoy (Municipal de Ipurua/13:00 horas/M. LaLiga) un Eibar-Barça. 

Unas circunstancias, las movilizaciones en Catalunya a la sentencia del procés, que dejan el encuentro de hoy en un segundo plano. Y que también han evidenciado, con el cambio de fecha del Clásico, que el deporte también es política. 

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska aseguró que el Gobierno no pidió aplazar el encuentro (y que había medios para garantizar la seguridad). Por lo que el cambio de fecha parece un intento de evitar la instrumentalización del partido. 

De momento, todo apunta al 18 de diciembre, aunque LaLiga es partidaria del 4 de diciembre. A pesar de que el Barça, era partidario de mantener la fecha del 26 en el Camp Nou.

“Prefiero jugar el clásico, con civismo todo puede funcionar. Sobre todo para eliminar a los agoreros que dicen que no se puede jugar ese partido”, aseguró Valverde el jueves.

Cuestionado por el rechazo oficial del Barça a la sentencia del Tribunal Supremo a los nueve líderes independentistas catalanes condenados, el técnico se adhirió al comunicado del club.  

Ocurrió en una rueda de prensa especial. Primero porque apenas se habló de fútbol. Y en segundo lugar, porque se celebró dos días antes del partido ante el Eibar. El motivo, que el equipo adelantó un día el desplazamiento  por la situación en Cataluña. 

Los jugadores tampoco son ajenos a lo ocurrido y algunos como Piqué y Sergi Roberto también criticaron las condenas del Supremo.

El primero no jugará el encuentro de hoy al estar sancionado. Mientras que Sergi Roberto ha entrado en la lista pero su titularidad es una incógnita. Con Jordi Alba de vuelta, todo apunta a que se jugará un sitio en el lateral derecho con Semedo. Menos dudas hay en el ataque del Barça, donde regresará el tridente formado por Messi, Suárez y Griezmann

El francés fue suplente en el último encuentro liguero ante el Sevilla (Valverde apostó por Dembélé). Y a pesar de que viene de jugar 180 minutos con Francia, todo apunta que estará en el once. Hasta ahora apenas han coincidido los tres juntos.

Griezmann no ha podido familiarizarse con sus dos compañeros de ataque. Ni siquiera en los entrenamientos, ya que Suárez y Messi han sufrido muchos problemas físicos en este arranque de temporada.

Los tres acumulan apenas 187 minutos juntos. 45 minutos en Granada. 32 en Dortmund. 45 minutos ante el Villarreal. Y 65 ante el Inter. De estos cuatro encuentros en los que han jugado juntos, solo han estado los tres en el once inicial ante el Villarreal y el Inter. 

Hoy repetirán ante el Eibar, pero hasta ahora el tridente no ha terminado de funcionar. La química entre Suárez y Messi sigue vigente, tal y como se ha visto en algunos encuentros como ante el Inter. 

Ese día ambos levantaron al equipo en un partido particularmente exigente. Pero Griezmann sigue buscando su sitio en el equipo. El propio jugador pide tiempo para acomodarse aunque no disimula que el extremo izquierdo le resulta incómodo.

“¿Si jugaría mejor en la banda derecha? Buena pregunta”, respondió hace el francés unas semanas. Ha quedado claro en este parón que con Francia es otro jugador porque juega con más libertad y lejos de la banda. 

¿Puede ser ese futbolista en el Barça? De momento parece difícil porque el contexto donde se encuentra más cómodo el francés es la zona de influencia de Messi

No es el primero que deberá hacer un esfuerzo por adaptarse. Otros futbolistas como HenryVilla o Coutinho ya conocen la dificultad. Necesita mejorar Griezmann porque tiene a Dembélé (sancionado hoy) y Ansu, de vuelta tras debutar con la sub’21, en los talones. Hoy el Barça lo necesita para ganar en Eibar y seguir apretando al Madrid, que juega en Mallorca.