Viviendo el clásico en territorio 'enemigo'

Esteban García, culé en Madrid, y José Rivas, madridista en Catalunya, viven la rivalidad de forma muy especial

Dos ciudades, dos clubs, dos seguidores y un mismo sentimiento de pertenencia a sus respectivos colores

Esteban García y José Rivas, un culé en Madrid y un merengue en Barcelona

Esteban García y José Rivas, un culé en Madrid y un merengue en Barcelona / SPORT

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El puente aéreo, esa metáfora tan usada para explicar momentos y trasladar crisis del Camp Nou al Bernabéu y viceversa. Dos ciudades. Dos clubs antagónicos, gigantes ambos, enemistados en lo deportivo desde siempre y para siempre. Dos entidades unidas por una rivalidad que surge de forma casi natural, alentada por todo aquello que les conecta, que es mucho: historia, títulos, popularidad, grandeza… En el fondo, pelear por lo mismo convierte al otro en un perfecto enemigo íntimo.

Por eso el clásico es el derbi del mundo, la mayor de las batallas futbolísticas, el partido en el que todo toma sentido, el escenario en el que reafirmar tu forma de entender el mundo y demostrar que estás en el bando correcto. Un Barça-Real Madrid sirve, en el fondo, para dirimir pasado, presente y futuro a través de un resultado. Es, en definitiva, mucho más que un partido de fútbol.

Es así para cualquier seguidor, sea argentino, francés o tunecino, aunque sin duda adquiere matices distintos, muy especiales, para quienes viven su pasión en territorio ‘enemigo’. Ser culé en Madrid o merengue en Barcelona es ir a contracorriente, es oponerse a la inercia, rebelarse contra lo normal. Esteban García, presidente de la Federación de Penyes Blaugranes de Madrid, y José Rivas, presidente de la Coordinadora de Peñas Madridistas de Catalunya, suman muchísimos años enarbolando una bandera supuestamente equivocada con orgullo, pero, sobre todo, evitando la etiqueta de héroes y apostando por la más absoluta de las normalidades.

“Uno de mis mejores recuerdos del clásico fue llevar a mi padre, que era madridista, al Bernabéu para que no se fuera al otro mundo sin ver un partido de su querido Real Madrid en casa. Se llevó una alegría porque creo que fue un 2-0”, asegura Esteban, que huye del “término anti. No me gusta, no va con el deporte, todas las aficiones debemos promover siempre las buenas relaciones”. Rivas se expresa en el mismo sentido: “La cordialidad tendría que existir siempre, no me gusta el fanatismo, no lleva a ningún sitio”.

Relaciones cordiales

Y, pese a ello, el presidente de la Coordinadora catalana sí cree que “las cosas cada año son más complicadas, era más fácil cuando era joven, ahora molesta ir a un estadio con la camiseta del rival”, se queja. Pese a ello, sigue reivindicando “ese humor de que, si te metes con el Barça o el Madrid, tomárselo bien. Hay cosas que se hacen entre peñas de los dos equipos: yo estuve en un sorteo de Champions con la PB Foment Martinenc, con su presidente, Àngel Pérez, al que conocí en el programa ‘Què t’hi jugues’ de la Cadena Ser”, en el que ambos colaboran ocasionalmente. “También sé que hay peñas madridistas y culés que ven los clásicos juntos”.

Todo por decidir

Es en época de duelos directos cuando la actividad es más intensa en ambos bandos. Los socios de la PB Madrid se reúnen en la cervecería San Millán, en el centro de Madrid, para seguir los partidos. La próxima cita será el 19 de marzo, con la visita de los blancos al Spotify Camp Nou, cuando los de Xavi pueden sentenciar el campeonato. Esteban García es prudente: “No apostaría nada todavía, estando el Madrid por en medio… no me apostaría nada. Otra cosa es que faltasen diez partidos nada más. O seis o siete... Hay que esperar aún”.

Entradas agotadas para el clásico

Entradas agotadas para el clásico / Javi Ferrándiz

Ahí coinciden los dos peñistas porque José Rivas, pese a que los blancos han perdido los dos últimos enfrentamientos ante el Barça, la final de la Supercopa de España y la ida de semifinales de la Copa, no tira la toalla en LaLiga. Eso sí, entiende que todo pasa por ganar en el Spotify Camp Nou el próximo 19 de marzo, la última bala que tiene el vigente campeón para revalidar el título: “El Madrid viene necesitado y ahí, aunque no lo parezca en los últimos partidos, tiene que demostrar que sí tiene gol. Es la única forma de acercarse. Si no es así, daremos un poco por perdida LaLiga”. Un poco, matiza, dejando siempre abierta la puerta a convertir el lema que define a los madridistas en ley: “Hasta el final, vamos Real”, una frase que este catalán seguidor de los blancos apoya sin matices: “Luchará hasta el último momento porque nunca da por perdido nada”. Además, asegura que “al Barça no lo veo muy bien. Está teniendo mucha suerte con los resultados y al Madrid no le acompañan. Al final puede pasar de todo”, acaba.

Pase lo que pase, el puente aéreo seguirá siendo una imagen perfecta para explicar una relación única entre dos de los mejores clubs del mundo.