Historia SPORT

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Copa del Rey

Lo que no se vio: la charla Flick-Iñigo, el gesto de Raphinha con el Madrid y Lewandowski entrenador

La final dejó algunos momentos icónicos, con Hansi Flick, Iñigo Martínez, Raphinha o Robert Lewandowski como algunos de los nombres propios

El Barça levantó su Copa número 32

RFEF

Christian Blasco

Christian Blasco

La final de la Copa del Rey que dejó al Barça como gran triunfador dejó muchos momentos para el recuerdo. Muchos de ellos ya los ha visto todo el mundo, como el gol de Koundé, el look de Lamine en la celebración o la euforia azulgrana, pero otros pasaron por debajo del radar.

El partido dejó detalles desde el calentamiento, con Marc André Ter Stegen animando a Szczesny durante el calentamiento de porteros y dirigiéndose en varias ocasiones a la afición blaugrana que estaba presente para aplaudirles por su apoyo.

El Flick más intervencionista y su charla con Iñigo

Sin duda fue uno de los nombres propios. Hansi Flick acostumbra a ser intervencionistas y a comunicar constantemente cosas a sus jugadores, pero en la final de la Copa del Rey no paró ni un segundo.

Aplaudió a Gerard Martín en cada buena acción defensiva que hizo y también cuando no acertó en algún pase, habló con De Jong y Dani Olmo constantemente para tratar de buscar soluciones y, ya en la segunda parte, tuvo una charla clave con Iñigo Martínez.

Íñigo Martínez, durante la final

Íñigo Martínez, durante la final / Valentí Enrich / SPO

Con el empate a uno en el marcador, el técnico tenía preparados a Araujo y Héctor Fort para entrar, pero el tanto de Tchouameni hizo que retrasara el cambio.

Poco después, Flick habló con Iñigo Martínez para preguntarle por si se veía para jugar en el lateral izquierdo. El central asintió con rotundidad y, tras esa breve conversación, decidió hacer una modificación una vez Ferran Torres puso el empate, sacando a Araujo y desplazando al futbolista vasco a una posición en la que, a pesar del desgaste físico, pudo brillar.

Lewandowski entrenador y mimos para Lamine

El banquillo del Barça jugó una parte fundamental en la final. Una de las escenas que nos dejó fue cómo varios componentes del equipo que estaban allí (tanto jugadores como cuerpo técnico), se acercaron en cada descanso para abrazar a Lamine Yamal y hablar con él, buscando animarle de cara a lo que quedaba, a pesar de que estaba exhausto en el tramo final.

Llegando al final del partido, tras el gol de Koundé, los futbolistas lesionados como Balde, Casadó y Lewandowski aparecieron también junto a sus compañeros ocupando esa zona, esperando que el árbitro pitara el final para celebrar sobre el césped.

Locura en la Cartuja: Así fue la celebración de los jugadores tras ganar la Copa del Rey

Locura en la Cartuja: Así fue la celebración de los jugadores tras ganar la Copa del Rey / Valentí Enrich / SPO

Fue entonces cuando el delantero polaco nos dejó una escena de lo más curiosa. Se situó justo detrás de Hansi Flick y empezó a dar órdenes a sus compañeros de equipo, pidiéndoles que se juntaran en la zona de ataque y que intentaran retener ese último balón para que no se jugara más.

Lewandowski también vio en primera persona como Flick le echaba una bronca a segundos del final a los miembros del cuerpo técnico y jugadores que pisaban el césped antes del pitido del colegiado, pidiéndoles que mantuvieran la calma.

El gesto de Raphinha con el Madrid

Con el pitido final y la locura desatada, algunos jugadores del Barça como Fermín cayeron de rodillas al suelo, mientras otros se fundían en abrazos conscientes del gran triunfo logrado.

Raphinha, durante el calentamiento de la final de la Copa el Rey

Raphinha, durante el calentamiento de la final de la Copa el Rey / Valentí Enrich

Uno de los gestos más deportivos lo dejó Raphinha. Tras celebrar con sus compañeros, el brasileño fue a consolar uno por uno a casi todos los jugadores del equipo blanco, empezando por Vinicius y continuando por Lucas Vázquez, Modric o Endrick.

El brasileño no tuvo su partido más prolífico de la temporada como jugador del Barça, pero celebró el título como el que más, agarrando a sus compañeros, abrazándose a todo el mundo y sin parar de festejar, probablemente siendo consciente de que su vida en el club no siempre ha sido tan feliz como lo es ahora.