FC BARCELONA

Lo que no se vio del Barça - Mallorca: el amor del culé a Ansu, el movimiento salvador de Iñigo Martínez y Montjuïc calentó la final

La victoria ante los bermellones quedó marcada por la vuelta del '10' al once en Liga seis meses desupués y los 40 remates azulgranas en el encuentro

FC Barcelona - Mallorca | La calidad de Pedri

Toni Munar

Toni Munar

Si miramos las estadísticas del FC Barcelona - Mallorca, parece imposible que los azulgranas solo marcaran un gol en todo el encuentro. Los azulgranas dispararon 40 veces, pero entre la brillante actuación de Leo Román, portero del Mallorca, y la falta de puntería de los culés terminaron sufriendo más de lo merecido.

Pero los azulgranas ganaron y superaron otro prueba más antes de certificar el título de Liga. Ahora toda la presión será para el Madrid contra el Getafe.

Volviendo a Montjuïc, el partido sirvió además para dar descanso a alguno de los más habituales y dar oportunidades a jugadores como Eric García, Héctor Fort o sobre todo, Ansu Fati. Entre la aclamación al canterano, la autoridad de Iñigo Martínez y los cánticos para preparar la final, el barcelonismo empezó a calentar el tramo decisivo de la temporada.

El amor incondicional a Ansu Fati

Volvió Ansu Fati y volvió el cariño de un estadio que no olvida lo que significa su nombre. La titularidad del '10' ante el Mallorca no era una más: era la primera en Liga desde octubre, y llegaba después de una temporada en la que apenas ha contado para Hansi Flick. Su regreso al once, sin embargo, fue recibido como si Ansu nunca se hubiera ido.

Ansu Fati saludando a Flick en el partido frente al Mallorca

Ansu Fati saludando a Flick en el partido frente al Mallorca / LAP

Desde el primer momento, Montjuïc se volcó con él. Cuando los videomarcadores anunciaron las alineaciones, el suyo fue el nombre más aclamado, incluso por encima de las estrellas como Lamine Yamal o Pedri. A partir de ahí, cada balón que tocaba era un motivo de ilusión. Ansu se mostró participativo y lo intentó... pero sin fortuna de cara a portería. Tuvo en sus botas el gol en un par de ocasiones, pero la puntería le fue esquiva.

La ovación que coronó su actuación llegó en el minuto 60. Cuando Flick decidió darle descanso, todo Montjuïc se puso en pie para despedirlo. Una ovación cerrada, un grito unánime de apoyo. El barcelonismo no olvida al chico que un día ilusionó a toda una generación y que ha tenido que pelear contra lesiones durísimas.

Iñigo, el comandante del fuera de juego

El Mallorca no remató a puerta en todo el partido, pero asustó al Barça. En el último suspiro de la primera parte, tras un claro dominio azulgrana, el conjunto balear encontró una rendija. Mateu Jaume Morey, ex canterano del Barça, batió a Szczesny. Sin embargo, el VAR confirmó lo que desde la defensa azulgrana se vio al instante: fuera de juego.

Una vez más, Iñigo Martínez ejerció de líder silencioso. Su movimiento hacia adelante, en el momento justo, fue determinante para tirar la línea y dejar a 'Mate' en posición antirreglamentaria. Una acción clave, que fue tan importante como el gol de Dani Olmo y que permitió a los culés avanzarse en el marcador a la salida del segundo tiempo.

Montjuïc calienta la final

La victoria ante el Mallorca no solo sirvió para sumar tres puntos más y afianzar la segunda plaza. También fue una manera de llegar con la moral alta a la final de Copa. Porque el barcelonismo ya tiene la mirada puesta en el doble clásico que decidirá dos títulos: la final de La Cartuja el próximo 26 de abril y la jornada 35 de Liga, el 11 de mayo, en el propio estadio de Montjuïc.

Lamine Yamal ante Mendy en el clásico Real Madrid - Barça de La Liga 2024/25

Lamine Yamal ante Mendy en el clásico Real Madrid - Barça de La Liga 2024/25 / VALENTÍ ENRICH

Durante la segunda parte del partido, los culés se prepararon para los duelos ante su máximo rival. En el minuto 48, tras el gol de Olmo el famoso: "¡Boti, boti, boti, madridista qui no boti!", retumbó en el aire. El mismo cántico volvió a sonar en el 75' y en el 85', en una demostración de que la mente culé ya está en la batalla directa contra el eterno rival.