El viejo objeto de deseo, con pie y medio fuera del Nápoles

O renovación inmediata o venta el próximo verano. El Nápoles empieza a temerse que Fabián Ruiz esté dando largas a la propuesta de renovación porque su intención no es otra que abandonar el club el próximo mercado veraniego. El centrocampista andaluz termina contrato en 2023 y si el club partenopeo quiere hacer caja tiene que empezar a escuchar ofertas, que, seguro, no faltarán. Este jueves se ve las caras con el Barça, un club al que se le ha ligado en cada mercado.

Fabián está cumpliendo su cuarta temporada defendiendo el color 'azzurro' napolitano. 30 millones de euros pagó por él la entidad presidida por De Laurentiis el verano de 2018 al Betis. Con 22 años recién cumplidos, este espigado interior estaba despegando en el Benito Villamarín y el Nápoles se llevó el gato al agua. Desde entonces, ha disputado 150 partidos oficiales, marcado 20 goles y dado 14 asistencias. Ha ayudado a crecer a un equipo que con Maurizio Sarri llegó a su techo, luchando en varias ocasiones por levantar el 'scudetto', pero siempre doblegándose ante la Juventus. La realidad es que desde la marcha de Maradona no gana el Nápoles ningún título importante.

UN VALOR DE MERCADO NO POR DEBAJO DE 55 MILLONES

En plena madurez (25), el de Los Palacios (sí, como Gavi) lleva meses dando largas al club, cuya prioridad es prolongar su contrato. Desde el entorno ya empiezan a asumir su marcha y en Italia se da por hecho que en la próxima ventana de fichajes será uno de los 'caramelitos' con los que De Laurentiis espera hacer caja.

A Fabián se le ha relacionado prácticamente en cada mercado con el FC Barcelona. Su perfil asociativo, su planta, su llegada, le han valido para que su nombre lleve años sonando. Actualmente esa es una posibilidad prácticamente descartada, puesto que el centro del campo está magníficamente cubierto con las irrupciones de Pedri, Nico y Gavi y la figura de De Jong. Además, su valor de mercado no estará por debajo de los 30 'kilos' que el Nápoles pagó en su momento. Y el Barça tiene otras prioridades.