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FC BARCELONA

Victoria doble: El Barça cambia de estado de ánimo antes de la Superfinal

Subidón azulgrana tras la decisión del CSD y la victoria esperanzadora ante el Athletic

Flick: "Estoy muy feliz con lo que hemos hecho"

RFEF

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La semifinal arrancó a las ocho de la noche, pero se empezó a jugar una hora antes cuando el CSD comunicó que concedía la cautelar a Dani Olmo y Pau Víctor. Los protagonistas, que se enteraron en el autocar camino del estadio, no estuvieron en el banquillo, pero cambiaron el estado de ánimo del equipo. 

El corte de mangas de Laporta, celebrando lo ocurrido, fue la imagen de un presidente testosterónico que se ha acostumbrado a vivir en el alambre, pero que vuelve a demostrar que es un superviviente nato en la adversidad. 

A Olmo y Pau Víctor ya se les espera para la final porque el equipo ganó al Athletic con una actuación prometedora. El Barça se pareció mucho al mejor Barça de Flick y eso son las mejores noticias posibles. Fue un equipo agresivo y reconocible a pesar de algunas novedades importantes. La más inesperada la titularidad de Szczesny, que entró en el once porque Iñaki Peña llegó tarde a la sesión de activación. Flick volvió a demostrar que no perdona los retrasos y el polaco terminó siendo protagonista. La titularidad del meta abre ahora un escenario complejo en la portería porque el polaco tuvo una actuación convincente.  

Debate en la portería

Habrá que ver por qué portero apuesta Flick para la final, pero ‘Tek’ dejo esa sensación de autoridad que debe transmitir un portero. Una figura que tranquiliza a sus compañeros y condiciona a los rivales. Hasta ahora, el técnico alemán había sido claro con la situación en la portería, pero ahora solo Flick sabe qué ocurrirá tras el partido de ayer. Otra de las grandes noticias de la noche fue Gavi. Tras 12 meses sin jugar, cada vez se parece más al jugador que irrumpió en la élite como un huracán. El andaluz fue el escogido para sustituir a Olmo y respondió con un gol y una asistencia. Jugó en la tercera altura del mediocampo, como mediapunta, y tuvo dos apariciones claves. 

En la primera, aprovechó un gran centro de Balde para colocar el balón por debajo de las piernas de Unai Simón. Y en la segunda, dejó a Lamine solo ante el portero. El delantero no perdonó esta vez y acabó la jugada con la delicadeza de los jugadores especiales. “En los entrenamientos contra mí Unai siempre se tira al segundo palo y hoy he cambiado”, reconoció entre risas, tras el encuentro. 

El Athletic merodeó el gol en la recta final del encuentro pero el Barça logró mantener el 0-2. No fue un Barça redondo, incapaz de mantener el ritmo todo el partido, pero sí una actuación para seguir creyendo en el equipo. Tras semanas de ruido administrativo, el fútbol volvió a ser un bálsamo para el club. A las buenas noticias en los despachos, le acompañó una actuación esperanzadora. El equipo se inscribió a la final de la Supercopa y ahora espera rival. El Barça de Flick está a solo un partido de ganar un título.